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El antiguo Cine Comedia, todavía con su platea intacta y las luces de sala encendidas, ha vivido este jueves el primer ensayo general del futuro Museu Carmen Thyssen de Barcelona.

No ha sido con maquetas ni renders arquitectónicos, sino con 500 butacas convertidas en lienzos improvisados por más de 90 estudiantes de arte y diseño. Una intervención efímera que ha marcado el arranque simbólico de un proyecto previsto para abrir en 2028 y que, a juzgar por la escena, quiere presentarse desde el minuto cero como museo y como laboratorio. En palabras de la baronesa, "va a ser un museo del siglo XIX, XX y XXI". 

La sala del antiguo Cine Comedia de Barcelona intervenida por obras de jóvenes artistas Gala Espín BARCELONA

La sala sacudida tenía algo de metáfora involuntaria: obras aún en proceso, brochazos húmedos, consignas por terminar, estudiantes concentrados en rematar detalles mientras por el pasillo del antiguo cine bajaban, uno tras otro, artistas consagrados

Guillermo Lorca, Jordi Labanda, Carme Ruscalleda, Raül Balam, Pablo Erroz, TVBoy, Javier Mariscal, Samuel Salcedo, Julio Bocca o Judit Mascó han cruzado la platea observando los trabajos, conversando con los alumnos y validando, con su sola presencia, la dimensión que el museo quiere proyectar. 

Tras ellos ha irrumpido la comitiva principal: Carmen Thyssen, su hija Carmen Cervera y Joan Manuel Sevillano, director general de Stoneweg Places & Experiences, la división que impulsa la compra y transformación del edificio.

La llegada de la baronesa Thyssen al Cine Comedia de Barcelona Gala Espín BARCELONA

Varias obras quedaron en pausa —un par de estudiantes dejaron los pinceles casi en el aire—. "Este es el comienzo", ha dicho la baronesa tras recorrer parte de la instalación. Ha señalado las butacas intervenidas como primer gesto del futuro museo. "A todos los artistas que estáis aquí, os necesitamos".

Thyssen ha reivindicado además su conexión personal con el edificio y con Barcelona: "Cuando era pequeña venía aquí al cine. Este es mi legado para la ciudad. Es mi ciudad, la quiero muchísimo. Mi padre, mi abuelo, mi tatarabuelo, son todos de Barcelona”.

La intervención, organizada como una jornada de puertas adentro del proceso creativo, ha reunido a alumnos de nueve centros de referencia: Llotja, LCI Barcelona, IED Barcelona, Elisava, Escola Massana, Labasad, Deià, IEDP y EINA. Cada uno ha trabajado sobre una serie de butacas, convirtiendo la platea en una gran obra coral atravesada por discurso social, reivindicación visual y experimentación formal.

Obstáculos urbanos en el aire

La sesión, que se ha alargado hasta las ocho de la tarde, ha funcionado como homenaje al viejo cine y como primer ejercicio de comunidad creativa antes del inicio de obras —previsto para 2026—. "La fecha de apertura se mantiene en 2028. Estamos en fase de proyecto y avanzando", ha asegurado Sevillano.

La presentación no ha abordado la situación de las tiendas del edificio, incluido el establecimiento de Massimo Dutti cuya continuidad complicaba el diseño inicial de la reforma, el frente abierto más evidente del proyecto. 

Aunque nadie ha ofrecido detalles sobre cómo se resolverá, tanto la baronesa como Sevillano han hablado del calendario como si el camino estuviera despejado.

El punto tenso del día

En paralelo a la intervención artística planeaba otro asunto: la presunta pérdida del título nobiliario de Carmen Cervera tras renunciar al pasaporte suizo. La baronesa lo ha desmentido con contundencia. "No he perdido nada, ¿cómo voy a perderlo? He sido su mujer, soy su viuda y lo voy a ser toda la vida", ha afirmado durante el acto.

La baronesa Thyssen habla ante los medios en el Cine Comedia de Barcelona Gala Espín BARCELONA

Ha aclarado que la renuncia al pasaporte suizo —un trámite administrativo que ni siquiera sabe si llegó a completarse— no afecta en absoluto a su título ni a su apellido marital.

En El Mundo explicó que su decisión tenía que ver con evitar cargas fiscales duplicadas, dado que desde hace años es residente en Andorra y dispone de pasaporte andorrano. "Es una barbaridad insinuar que un documento administrativo pueda afectar a un matrimonio, a un apellido o a un título que llevo desde que me casé". 

Un acto de comunidad y de relato

Más allá de los plazos, la jornada ha servido para fijar una imagen inaugural: estudiantes ocupando la platea del Comedia, artistas consagrados mezclándose con ellos, pintura sobre tapicería roja y un museo que empieza, literalmente, desde el asiento del público.

El museo contará, además de pintura, con música, gastronomía, danza y otras disciplinas. Un mosaico que apuntala la intención declarada de convertirse en un nodo cultural que empuje talento emergente y conecte Barcelona con una red global. En palabras de la organización, la intervención marca el inicio del vínculo entre la comunidad artística catalana y el futuro museo.

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