Comisiones Obreras de Cataluña ha elaborado un estudio del que se desprende que la vivienda es actualmente el mayor factor de desigualdad social en esta comunidad autónoma. Por esta razón, el sindicato considera necesario un "giro de 180 grados en las políticas públicas", según ha informado a través de un comunicado basado en el estudio L'accés a l'habitatge a Catalunya. Un problema de classe.
El sindicato advierte de que este contexto podría desencadenar una nueva burbuja inmobiliaria: “Estamos repitiendo los mismos errores que nos llevaron a un desastre económico que tuvo costes sociales enormes”. Sin embargo, se mantiene optimista y asegura que la crisis de la vivienda actual “tiene solución” si se afronta con reformas legislativas y fiscales, además de con una ampliación del parque de vivienda asequible.
Especulación
CCOO señala que el mayor problema de la situación actual “no está causado por la falta de oferta, sino por la especulación, el desvío del parque hacia usos no residenciales y décadas de políticas públicas insuficientes”.
El panorama actual de la vivienda en Cataluña es el siguiente: el 25% de las propiedades son segundas residencias; hay 106.000 pisos turísticos y el 11% del parque está vacío. En este contexto, la vivienda protegida se ha reducido hasta los 100.000 pisos.
Estos datos, traducidos en índices de desigualdad, significan que el riesgo de sufrir pobreza o exclusión social de los hogares inquilinos es más del doble que el de los hogares propietarios y seis veces superior al de aquellos que poseen viviendas de las que obtienen rentas de alquiler.
Mercado del alquiler
Los datos derivados del estudio destacan algunas de las particularidades de esta posible nueva burbuja. Uno de los factores clave del panorama actual es el protagonismo del mercado del alquiler, conectado con los efectos de la crisis de 2008. Como consecuencia de la explosión de la anterior burbuja, la construcción de viviendas disminuyó un 95% en un periodo corto de tiempo; se dificultó el acceso al crédito hipotecario por la crisis financiera y los salarios bajaron, tanto por los efectos del paro como por la inflación.
Así, en los últimos años el porcentaje de propietarios ha bajado casi un 15%, del 81% en 2005 al 67,2% en 2024. Esta cifra se reduce aún más entre los más jóvenes y entre la población de origen extranjero.
Esto no responde a un cambio en las prioridades de la población, sino a la incapacidad de acceder a la compra. Según cifras del sindicato, el 82% de los encuestados que viven de alquiler querrían poder comprar una vivienda. El mercado del alquiler se convierte así en la única alternativa para muchos que desean independizarse.
Especulación
Las viviendas de uso turístico constituyen otro de los fenómenos que disminuyen la cantidad de propiedades accesibles. Según datos de CCOO, en los últimos años su número ha aumentado un 124%. Esto, junto con el aumento de la población en más de 600.000 personas, ha provocado que un bien ya escaso —debido a la falta de construcción en los últimos años— lo sea aún más.
El estudio señala también que el 22% de las propiedades en alquiler están en manos de empresas (excluyendo administraciones públicas, entidades sin ánimo de lucro y otras), mientras que un 12% adicional pertenece a inversores rentistas con cinco o más viviendas por titular.
Solución
“Solo construir nueva vivienda no es la solución, del mismo modo que no lo es imprimir dinero cuando un país está en crisis económica”, afirma el sindicato.
CCOO considera necesario reducir la brecha que existe entre inquilinos y propietarios mediante medidas como prohibir la compra de viviendas con fines especulativos en aquellas zonas donde el mercado residencial está tensionado; ampliar el parque de viviendas asequibles; y reformular la Ley 12/2023 por el Derecho a la Vivienda, entre otras 18 propuestas destinadas a reducir estas desigualdades.
