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La popularización de las gafas inteligentes y los widgets con Inteligencia Artificial (IA) ha hecho fácil lo que antes requería de más planificación: grabar a otras personas sin su consentimiento. 

En lo que va de año se han producido al menos dos detenciones en Cataluña --una en junio y otra en octubre--; y la de junio, además, figura como la primera detención registrada en España relacionada con este tipo de dispositivos.

Delitos contra la intimidad

Si bien es cierto que los delitos asociados ya existen y están contemplados en el Código Penal --desde delitos contra la intimidad, la propia imagen o revelación de secretos--, la moda de adquirir estos objetos inteligentes, cada vez a precios más asequibles, abre la puerta a una oleada de vulneraciones de la intimidad.

Una nueva realidad ante la que los expertos piden reforzar la concienciación social y la formación tecnológica de los cuerpos policiales y judiciales.

Por la vía penal 

En el ámbito judicial, Alexander Salvador, abogado y diputado de la Junta de Gobierno del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), recuerda que la normativa penal solo entra en juego como último recurso. 

Es decir, como última ratio para proteger la privacidad de los ciudadanos. “La mayoría de supuestos ilícitos se sancionan mediante la normativa de protección de datos”, puntualiza. Con multas que pueden alcanzar hasta los 300.000 euros en los casos más graves. 

Desde la vertiente de lo penal, el Código Penal ya castiga la vulneración de la intimidad sin consentimiento mediante artificios de escucha o grabación de sonido o imagen. 

Imagen de archivo de unas gafas inteligentes istock

Un delito que puede agravarse cuando exista difusión a terceros, ánimo de lucro, abuso profesional o público, afectación de datos especialmente sensibles o participación en grupos criminales. 

En estos casos, la ley prevé penas de uno a cuatro años de prisión y multas de 12 a 24 meses. 

La ley de protección de datos

En cuanto a la protección de datos, Salvador subraya que todo depende de la finalidad de la grabación. Si se realiza con fines domésticos —uso personal o familiar—, queda exenta de la normativa.

Pero fuera de ese ámbito, cualquier captación sin una base legal, como el consentimiento expreso, resulta ilícita, especialmente si se difunde en redes sociales.

En este contexto, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) juega un papel fundamental. 

No solo es el organismo encargado de sancionar las grabaciones ilícitas y su difusión, sino que también emite resoluciones y guías específicas sobre el uso de tecnologías emergentes. 

De este modo, desde la AEPD insisten en que cualquier dispositivo capaz de identificar a una persona tiene implicaciones directas en la privacidad, y recuerda que la ausencia de aviso o consentimiento convierte la captación en ilícita

La era del 'voyeurismo' invisible

Selva Orejón, ciberinvestigadora y CEO de OnBranding, coincide en que la legislación actual ya prevé los delitos, aunque las herramientas se perfeccionen. “Antes se grababa con el móvil; ahora, con gafas que nadie percibe”, resume.

En el mismo sentido, para Orejón lo que realmente preocupa no es la captación, sino el destino de esas imágenes.

Imagen de archivo de un hombre grabando a una mujer PEXELS

“Ya existen categorías en páginas porno dedicadas a contenido grabado sin consentimiento”, alerta Orejón. “Y no solo de carácter íntimo o sexual. A mucha gente le excita saber que la víctima no sabe que está siendo grabada”.

Este fenómeno, advierte la ciberexperta, se multiplica porque “ahora es mucho más fácil pasar desapercibido”, lo que augura un aumento de casos en lo que se denomina como "la era del 'voyeurismo' invisible".

Para todos los públicos

El escenario que describen ambos expertos ya es una realidad. Las herramientas para grabar de forma clandestina están disponibles para todos los públicos y a precios cada vez más bajos.

Ya no es necesario invertir 500 euros en unas Ray-Ban Meta: plataformas como Temu, Amazon o AliExpress ofrecen modelos de gafas con cámara por apenas 30 euros. No tienen la misma calidad, pero cumplen exactamente la misma función.

Variedad de gafas de la gama Ray-Ban Meta Ray-Ban

Los cursos de seducción

El caso más paradigmático es el de Héctor, el primer detenido por la Policía Nacional en España por grabar con gafas inteligentes.

Según datos a los que tuvo acceso Crónica Global, el joven llegó a publicar 329 vídeos en sus perfiles sociales, de los cuales 239 vulneraban gravemente la intimidad de sus víctimas.

Lo hacía con unas Ray-Ban Meta, grabando a mujeres sin que ellas supieran que estaban siendo filmadas —y aún menos, que esas imágenes acabarían difundidas en redes sociales—.

Con ese material, Héctor daba lecciones de flirteo y promocionaba cursos de seducción a precios desorbitados, cuyo contenido obtenía de manera ilícita.

La instrucción judicial por este caso sigue en marcha, y el joven ya ha declarado ante el juez instructor en calidad de investigado.

Detención del 'instagrammer' que revelaba intimidades de mujeres en sus redes sociales Policía Nacional

Segundo detenido en Girona

El segundo caso conocido en Cataluña ocurrió a principios de noviembre de 2025, cuando los Mossos d’Esquadra detuvieron a un hombre de 49 años que grababa a chicas con sus gafas inteligentes mientras, según la policía, “se hacía tocamientos de forma obscena” durante las Fires de Girona.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del 1 de noviembre, en la calle Pont de la Barca, junto a la zona de conciertos.

Agentes de paisano detectaron al hombre sentado cerca de los lavabos con un comportamiento extraño, por lo que iniciaron un seguimiento discreto.

Fue entonces cuando observaron cómo se escondía detrás de un árbol para observar y grabar a las chicas que hacían sus necesidades fuera de los aseos habilitados en el recinto.