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El prestigioso científico Manel Esteller recula y no renunciará a su sueldo público de hasta 117.000 euros al año pese a estar investigado por desfalco. El investigador da marcha atrás y no se tomará una excedencia de las becas Icrea como había anunciado tras salir precipitadamente de la Fundación Josep Carreras entre sospechas de irregularidades.

Lo detallan fuentes médicas, que precisan que el investigador se aferrará a la ayuda pública para investigadores excelentes, pese a que lo anunció. Ello se produce después de que Esteller incumpla otra promesa: la de fichar por The James Cancer Hospital de la Universidad de Ohio (Estados Unidos).

Por contra, fichará por el Hospital de Sant Pau, como ha avanzado en exclusiva Crónica Global. Él asegura que la decisión de quedarse en territorio catalán y apostar por mantener el estudio del cáncer y la epigenética en el centro concertado de Sant Pau obedece al ámbito de lo "personal".

"Haré una excedencia"

En un principio, Esteller iba a pedir una excedencia a finales de año debido a que asumiría, a partir del 6 de diciembre, la dirección del área de investigación de genómica del cáncer de The James Comprehensive Cancer Center (OSUCCC), en la Universidad Estatal de Ohio (EUA).

La pretensión era mantener el sueldo y la posición de investigador del Icrea y, así, combinarlo con su labor en los EE. UU. Sin embargo, y a raíz de las publicaciones de los medios, decidió optar por la excedencia, como adelantó el diario Ara.

A pesar de la polémica que lo perseguía, el oncólogo declaró en una entrevista concedida el 17 de octubre al Abc que estaba excitado por afrontar la aventura americana, la cual empezaría "pronto con una excedencia", subrayó. Por ello, agradecía el apoyo del centro y de la Generalitat, a pesar de las noticias "malintencionadas", a su juicio, sobre su cambio de rumbo.

Imagen del Hospital de Sant Pau de Barcelona Cedida

Sin pérdida de sueldo

La excedencia es un recurso para los trabajadores a través del cual se puede conservar el puesto durante un cierto período de tiempo, hasta un máximo de cuatro años, a la hora de decidir probar nuevos retos, empresas y funciones. La congelación supone una suspensión de sueldo.

Una decisión abortada por Esteller, cuyo sueldo puede ascender hasta los 117.000 euros anuales, y seguirá a cargo de las arcas públicas.

Así, Icrea, ente financiado por la Generalitat de Cataluña, pagará los honorarios del especialista tras su salida precipitada del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC) entre sombras de presunto desfalco.

De manos públicas a privadas

El Instituto, inaugurado en 2018 con una inversión de 26 millones de euros, se convirtió en el mayor centro científico europeo dedicado a investigar la enfermedad de forma monográfica. Con más de 300 trabajadores en nómina, es un polo atractivo para el empleo en el sector biomédico, ya que, entre otras cuestiones, se constituyó como una fundación pública.

Sin embargo, en junio de 2024 la Oficina Antifraude registró tres denuncias por presunta mala praxis relacionadas con su gestión como líder del IJC, aparte de otra presentada ante el CIR-CAT (Comité por la integridad de la investigación de Cataluña).

Denuncias que provocaron una auditoría interna que, finalmente, dio con la salida de Esteller, quien había sido el director científico de la entidad entre 2019 y 2024. La comisión delegada del instituto —presidida el vicepresidente de la Fundación Josep Carreras, Evarist Feliu— inició el proceso en junio y decidió apartarlo.

Desviación

En aquel entonces, representantes de la fundación declararon a los medios que no había habido ninguna irregularidad en la gestión económica del Instituto, sino una comprobación para determinar si había habido una redistribución interna de los recursos que priorizaran una línea de investigación por encima de la otra. Pero la salida de Esteller fue inamovible.

Entre las declaraciones a los medios sobre su excedencia y destino a Ohio y la decisión final ha pasado menos de un mes. "No está vinculada al compliance" de la institución, aclaró el investigador, desmintiendo información aportada por sus colegas, que han relacionado la desvinculación americana de las presuntas malas prácticas en el Instituto Josep Carreras.

El Instituto de la Universidad de Ohio que debía dirigir Esteller Cedida

Función de Icrea

El Hospital de Sant Pau y su instituto de investigación (IR) está en manos de la Fundación Privada de la Santa Creu i Sant Pau. Una organización que recibe conciertos de la Generalitat de Cataluña y que, también, es una de las 48 instituciones adscritas a Icrea.

Icrea se constituyó en el año 2000 como un ente para ofrecer plazas de investigación en Cataluña. Emplea a más de 300 personas y volverá a abrir una nueva convocatoria en la segunda quincena de enero de 2026, como ocurrió con Manel Esteller a partir de su contratación para el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras (IJC).

La beca del Icrea, destinadas a la excelencia académica, no ha sido suspendida en el proceso que entraña la aclaración de los hechos que perjudican a la figura del investigador. Es más, el perfil del oncólogo en la página web sigue vinculándolo con el IJC.

El ente público seguirá proporcionándole su nómina durante su estancia en el IR de Sant Pau. Un cambio de rumbo que implica el traslado de su grupo de investigación y cuyo proceso administrativo está en marcha, según aclaró el ente a esta cabecera.

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