Vicente Ortega (Barcelona, 1970) trabaja como celador en el Hospital Clínic. En su tiempo libre, escribe poesía. Recientemente, ha publicado su segundo libro Constantes Vitales, que sigue el hilo conductor del primero Arritmias. En ambos utiliza metáforas médicas para expresarse y reivindicar el trabajo del personal sanitario.
En sus poemas muestra cómo vivieron los sanitarios la época del Covid y las grandes preguntas que acechan al poeta sobre la vida, la muerte y el sentido de la existencia. En esta entrevista con Crónica Global, el autor profundiza en los temas del libro, y explica cual ha sido su intención al escribirlo.
- Antes de comenzar, me gustaría que me contaras un poco sobre ti. Sé que trabajas en el Hospital Clínic, pero estudiaste periodismo. ¿Cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar a la poesía?
- Comencé a trabajar en el hospital con 21 años. Años después estudié periodismo, una vocación personal que compaginé con mi trabajo y mi familia, aunque no llegué a ejercer profesionalmente. Siempre me ha gustado escribir; empecé con relatos y artículos, y más recientemente me he dedicado a la poesía. Mi primer libro, Arritmias, fue una recopilación de textos escritos a lo largo del tiempo, nada profesional y sin ningún tipo de orden, era un experimento.
- ¿Cuál ha sido tu enfoque con este segundo libro?
- Me lo he tomado mucho más en serio que el anterior. Quería que tuviera una estructura más clara, siguiendo el hilo de las constantes vitales y que se pudiera entrever una evolución. No quería que fuera solo una recopilación de poemas, sino que quería que tuviera un orden y un sentido.
- El prólogo está escrito por Iván Zahinos. ¿Cuál es tu relación con él?
- A raíz de mi primer libro, Iván me pidió colaborar con él en un documental que ha estado filmando los últimos meses sobre el personal sanitario que lleva el nombre de 'Enfermeros', quería incluir mis textos en la grabación y a partir de entonces empezamos a colaborar.
- En el libro se puede ver una progresión de poemas más melancólicos que se plantean el sentido de la vida y muestran un mundo frío y sin sentido, pero a medida que avanza se va viendo una realidad menos oscura, hasta esperanzadora. ¿Era esa tu intención? ¿Qué metáfora hay allí?
- Sí, esa evolución está presente. No puedo separar lo que escribo de mi profesión ni de las vivencias en el ámbito sanitario, que marcan mucho mi mirada sobre la sociedad. En mis poemas se reflejan esas sensaciones y una forma de entender la poesía muy vinculada a la realidad que me rodea, especialmente a cómo vivimos desde la sanidad la época del Covid, cuando escribí gran parte de los poemas de esta recopilación.
Vicente Ortega López, autor del libro 'Constantes vitales'
- Una de las grandes preguntas que planteas en muchos de los poemas es: ¿qué es la vida?¿Cómo responderías a esa pregunta?
- Es una pregunta difícil de responder. La vida o la existencia es compleja, un poco es lo que intento reflejar en el libro. Una persona, en este caso yo, aunque se puede aplicar a cualquiera, no se puede definir de una sola manera, de una sola cosa o de un solo sentir, sino que todos somos una amalgama de muchos aspectos y sentimientos. Por lo que considero que la vida es similar y también es algo complejo. Creo que en este aspecto la profesión sanitaria es una auténtica universidad respecto a cómo entender la vida, porque allí confluyen todos los elementos que conforman la existencia. Especialmente, te enseña sobre las situaciones difíciles que pueden poner a alguien al límite.
- Otro de los temas que están muy presentes en las páginas de tu libro es la muerte. Al leer los poemas se siente como algo constante, ¿en qué pensabas cuando escribías?
- La verdad es que la muerte es una de las partes más duras. En la etapa del Covid lo vivimos como una auténtica avalancha, una catarata. Habitualmente ya lo vivimos, pero no de esta manera constante, permanente y masiva, como se vivió durante el Covid. Aunque más allá de eso, la muerte continúa siendo una de las cosas más difíciles a la que te tienes que, no acostumbrar, porque no te acostumbras, pero sí aprender a darle un sentido. Muchas veces esa es la gran batalla intelectual y emocional, que a veces te das cuenta que no hay ningún sentido.
- ¿Cómo aprendes a sobrellevarlo?
- Si te quedas solo con esta parte, la sensación es malísima y puedes llegar a caer en una depresión importante, ya que te obliga a cuestionar la vida en sí misma. Sin embargo, considero que esta reflexión debe servirnos para valorar la vida. Valorar las cosas buenas y vivirlas intensamente. Aunque es importante pensar en los planes de futuro, a veces nos olvidamos de vivir en el aquí y en el ahora.
- La última parte del libro refleja más esta parte ¿no? Del amor y la ilusión
- Sí, el libro es todo este proceso. Después de vivir la situación del Covid, los poemas reflejan las diferentes etapas de mi proceso interior de como he llegado a esta conclusión de cómo ver y vivir la vida.
Vicente Ortega López, autor del libro 'Constantes vitales'
- Los poemas de amor ¿a quién o a qué están dirigidos?
- Hay una mezcla de todo. Algunos son más personales y otros hablan en términos más generales sobre el amor. La mayoría son una metáfora para el sentimiento de amor que te lleva a trabajar en el mundo sanitario, a entregar una parte de ti en este tipo de situaciones que en muchos casos son duras y complicadas. Pero hay un sentimiento de amor hacia los demás por encima de todo lo malo. Creo que es importante hablarle a este amor en un mundo que siento que cada vez está más falto de él. Hay que hablarle al amor, explicar que eso existe y que no es algo ficticio. Deberíamos tenerlo más presente.
- ¿Cuál es el mensaje que quieres que se le quede a esa persona y qué es lo que te gustaría lograr?
- Me gustaría crear un vínculo con las personas que me leen porque se ven reflejadas en lo que escribo. Porque a veces caminas por la vida pensando o dudando si estás acompañado o estás solo. Quiero que quien me lea se pueda sentir identificado y menos solo.
Por otra parte, también quiero llevar el ámbito sanitario hacia el mundo exterior, hacia el público general para que se entienda mejor cómo se vive desde dentro.
- Mencionabas que uno de tus objetivos era conectar y conseguir que las personas se sintieran identificadas ¿Cuál ha sido la acogida entre tus compañeros del hospital, que han sido los que han vivido situaciones más similares a la tuya?
- En la presentación del libro vino mucha gente del hospital, y muchos me dijeron que se sintieron muy identificados con lo que leían. Les gustó que estuviera escrito con un lenguaje cercano, aunque algunos confesaron que necesitaban releer ciertos poemas para poder asimilar bien las palabras. Varios me dijeron algo que me emocionó mucho: que había logrado poner en palabras lo que ellos sentían y se quedaba dentro porque no sabían cómo expresarlo. Escuchar eso me confirmó que había conseguido mi propósito de conectar con quienes han vivido experiencias similares.
- ¿Crees que el libro también ha servido para romper el hielo entre vosotros y hablar más sobre el tema?
- Sí, creo que el libro ha ayudado a abrir conversaciones que normalmente no se dan. En el hospital somos muchos y, aunque compartimos experiencias intensas, a menudo nos las guardamos. Los poemas han servido como una forma de poner en palabras lo que muchos sienten y no expresan. Algunos compañeros me dijeron que al leerlo se reconocieron en esos sentimientos, y que eso les ayudó a hablar más abiertamente del tema.
Vicente Ortega López, autor del libro 'Constantes vitales'
- ¿Qué mensaje te gustaría transmitir fuera del ámbito sanitario con tu trabajo o tus palabras?
- Más allá de llegar a personas del ámbito sanitario, me gustaría que mis palabras llegaran al público general con el propósito de dar visibilidad a lo que vivimos en el entorno sanitario. Tras la experiencia del Covid seguimos con recortes, sobrecarga de trabajo y falta de reconocimiento. Muchos compañeros se sienten igual que yo: entregados, pero sin que se valore lo que hacen. Quiero que la sociedad recuerde que no somos máquinas, que damos lo que podemos. Quiero recordar que también es importante cuidar a quien te cuida. No estamos pidiendo incrementos ni privilegios, simplemente recuperar lo que hemos perdido por culpa de los recortes.
