El ambiente en la plaza Cívica de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) se ha ido caldeando desde primera hora de la mañana.
Dos grupos, antagónicos en su forma de entender la política y la universidad, se han concentrado a pocos metros de distancia por un mismo motivo: la presencia anunciada del comunicador de extrema derecha Vito Quiles, que tenía previsto celebrar un acto no autorizado dentro del recinto universitario.
Poco antes de las once de la mañana, un grupo de estudiantes y colectivos antifascistas se han reunido en el epicentro social del campus para repudiar la visita de Quiles, al que acusan de propagar mensajes de odio y desinformación.
Actuación policial
A la misma hora, otro grupo de jóvenes simpatizantes del comunicador ha hecho acto de presencia en el mismo punto. La coincidencia ha generado una tensa confrontación verbal que pronto ha derivado en lanzamiento de objetos y empujones entre ambos bandos.
Ante la escalada, los agentes de la ARRO de los Mossos d’Esquadra, desplegados preventivamente en el campus, han intervenido para separar a los grupos y evitar que el conflicto pasara a mayores. Durante varios minutos, la plaza Cívica ha sido escenario de empujones, gritos y tensión contenida mientras los agentes de orden público restablecían el orden.
Sin la autorización del rectorado
El acto de Quiles se ha convocado sin la autorización del rectorado, al que ha acusado de "cómplice" de la extrema izquierda desde un megáfono, en las únicas palabras que el agitador ultraderechista ha podido dedicar a sus seguidores, entre los que se encontraban los jóvenes de S'ha Acabat!.
De hecho, la Universidad aseguró el pasado martes que no había recibido ninguna solicitud previa y, por tanto, no contaba con los permisos pertinentes para celebrar el evento. Pese a la negativa del campus, Quiles afirmó a través de sus redes sociales que la cita era inamovible.
El evento forma parte de la gira 'La España combativa: periodismo crítico y comunicación política', que el comunicador anunció a principios de octubre con el objetivo, según explicó, de emular las charlas del activista conservador Charlie Kirk antes de ser asesinado.
