Dos jóvenes posan ante contenedores en llamas durante la huelga general propalestina en Barcelona

Dos jóvenes posan ante contenedores en llamas durante la huelga general propalestina en Barcelona Òscar Gil

Vida

Los más radicales capitalizan las protestas propalestinas de Cataluña

Las movilizaciones vespertinas de la huelga general por Gaza se saldaron con 15 detenidos, 11 de ellos menores de edad, y brutales enfrentamientos entre los manifestantes y la policía

Contenido relacionadoBarcelona, vandalizada durante las protestas por la huelga general por Palestina

Publicada
Actualizada

Noticias relacionadas

Poco más de 15.000 personas participaron en la manifestación propalestina celebrada este miércoles en Barcelona, enmarcada en una discreta huelga general que los sindicatos mantuvieron pese al reciente acuerdo de paz por Gaza, y protagonizada por episodios de violencia extrema desde su inicio, a las 18:00 horas frente a la Estación de Sants

Detalle de un vándalo ataviado con un pañuelo palestino ante una barricada ardiendo en la calle Tarragona de Barcelona

Detalle de un vándalo ataviado con un pañuelo palestino ante una barricada ardiendo en la calle Tarragona de Barcelona Óscar Gil

Al cuarto de hora, ya ardía un Burger King de la calle Tarragona, atacado por un pequeño grupo de jóvenes encapuchados. Las batucadas y las consignas contra el “genocidio” de Israel en Gaza desfilaban hacia plaza España mientras se articulaba, al lado, la primera barricada de la tarde. Ello requirió de la actuación de los bomberos y de unos Mossos d’Esquadra cuya labor llevó a los menores de edad a esperar a que se hiciese de noche para volver a sacar los mecheros. El resto del material con el que dañarían comercios y atacarían a furgones y agentes los encontrarían en los propios contenedores que tumbarían en cada esquina.

Varios contenedores quemados en las inmediaciones del consulado de Israel en Barcelona este miércoles 15 de octubre

Varios contenedores quemados en las inmediaciones del consulado de Israel en Barcelona este miércoles 15 de octubre Òscar Gil Coy

Los pañuelos palestinos, convertidos en símbolos de la causa, compartían escena con banderas LGTBI, esteladas independentistas y cánticos anticapitalistas de todo tipo. Un vendedor ambulante de libros sobre Stalin aseguraba haber acertado el lugar. Y la marcha seguía por la calle Entença con papeleras por el suelo, muchos menos manifestantes que en anteriores ocasiones y un claro mensaje –“Israel no es un país, es una ocupación”– que se grababa junto a otros, con pintura de spray, en el mobiliario urbano que quedaba en pie.

El acuerdo de paz, “una farsa”

El acuerdo de paz promovido por el presidente estadounidense Donald Trump y suscrito tanto por los implicados como por una gran mayoría de estados occidentales –entre ellos, España– “no cambia nada” para la izquierda radical que volvió a liderar las protestas. “¡Israel asesina y Europa patrocina!”, repetían de camino a la avenida Diagonal, convencidos de que el reconocimiento del Estado Palestino es ya insuficiente y reclamando volver a las fronteras previas a la Segunda Guerra Mundial, algo del todo inviable.

Los vándalos de las protestas violentas por Palestina responden a un perfil muy joven, incluso menor de edad

Los vándalos de las protestas violentas por Palestina responden a un perfil muy joven, incluso menor de edad Òscar Gil Coy

“¡Barcelona, antisionista!”, cantaban los veteranos de memoria, mientras aplaudían los actos vandálicos de los más jóvenes, que en muchos casos desconocían que ha dejado de haber bombardeos en la Franja de Gaza. Algunos vecinos se quejaban del ruido y del fuego, que volvió a ser protagonista en el tramo final del recorrido, mientras otros disfrutaban de la escena desde sus balcones. Y la comparsa se encaminaba hacia el escenario final de la noche, el Consulado de Israel, no sin dejar motos de alquiler reventadas y todavía más escaparates rotos a su paso.

El pulso final, frente al consulado de Israel

En pocos minutos, la avenida de Carles III se convirtió en un campo de batalla urbano. Los manifestantes pacíficos desaparecieron y decenas de jóvenes encapuchados rompieron el cordón policial, avanzaron entre las vallas y lanzaron todo lo que habían ido coleccionando durante la tarde hacia los furgones que custodiaban la fachada del edificio diplomático, que por su parte recibía cohetes desde la otra punta de la avenida, dejando varios cristales perforados y preocupación en el cuerpo consular frente al ataque. 

Imagen de la fachada del consulado de Israel, blindado por los Mossos d'Esquadra

Imagen de la fachada del consulado de Israel, blindado por los Mossos d'Esquadra Òscar Gil Coy

Las bengalas golpeaban la fachada del edificio. Los Mossos, alineados tras las vallas metálicas, cargaron a golpe seco de porra y gas pimienta -que empieza a escocer en la nariz y, posteriormente, irrita los ojos-, intentando contener a los grupos que lanzaban piedras, botellas y trozos de mobiliario urbano.

Varios contenedores quemados en las inmediaciones del consulado de Israel en Barcelona este miércoles 15 de octubre

Varios contenedores quemados en las inmediaciones del consulado de Israel en Barcelona este miércoles 15 de octubre Òscar Gil Coy

El helicóptero de la policía seguía dibujando círculos de luz sobre las cabezas de los manifestantes, una linterna temblorosa sobre un tablero en llamas.

Detenidos

A las diez de la noche, la tensión empezó a ceder. Los bomberos confirmaban la extinción de las llamas que resistían en pie mientras las cargas y el spray OC copaban las maniobras de dispersión de los agentes. 

Momento de una de las detenciones durante la manifestación de este miércoles 15 de octubre en Barcelona

Momento de una de las detenciones durante la manifestación de este miércoles 15 de octubre en Barcelona Òscar Gil Coy

El balance provisional difundido por los Mossos d’Esquadra al cierre de la jornada fue de 15 detenidos, 11 de ellos menores de edad, por desórdenes públicos, daños y resistencia a la autoridad. 

Fuentes policiales han confirmado los daños en varios comercios -entre ellos, franquicias de comida rápida y entidades bancarias- y más de una quincena de contenedores quemados a lo largo de la Gran Via, la calle Tarragona y la avenida Carles III. 

Una detención en la manifestación propalestina en Barcelona

Una detención en la manifestación propalestina en Barcelona Óscar Gil

La imagen final: un asfalto cubierto de ceniza y cristales rotos sobre el cual los pasos de los últimos manifestantes desaceleraban a medida que se alejaban del que había sido el epicentro de los disturbios. El eco de los últimos “Palestina libre” se perdía entre las sirenas. 

Pinchazo pese a la violencia

El mensaje político se ahogó entre las llamas. Ni las bengalas ni el humo lograron inflar las cifras. La huelga general por Palestina pasó de largo por la mayoría de los centros de trabajo en Cataluña, con menos del 0,5% de seguimiento, según la Generalitat. En hospitales, el impacto fue casi imperceptible; en las aulas, apenas un 0,33% del profesorado optó por el paro.

El termómetro del mediodía ya apuntaba bajo: unas 2.000 personas marcharon desde la plaza Universitat, en un ambiente más simbólico que masivo. Por la tarde, la protesta creció hasta 15.000 asistentes, de acuerdo con la Guardia Urbana, pero siguió lejos del pulso de hace apenas diez días, cuando 70.000 manifestantes llenaron el centro de Barcelona en una movilización por la paz que transcurrió sin sobresaltos.

Los manifestantes cantan proclamas como 'Viva viva viva la lucha Palestina' y 'Las tierras robadas serán recuperadas'

Los manifestantes cantan proclamas como 'Viva viva viva la lucha Palestina' y 'Las tierras robadas serán recuperadas' Òscar Gil

Esta vez, el eco fue distinto. Donde antes hubo cantos y pancartas, aparecieron barricadas y contenedores en llamas. Y la huelga, testimonial en los datos, encontró su mayor ruido al caer la noche, entre sirenas, gas lacrimógeno y carreras improvisadas. Una jornada más corta de apoyos que de titulares.