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Vida

Piden la cuenta en un restaurante y no da crédito: “No vamos a pagar, no tenemos dinero, nos ha salido gratis”

La tensión se intensificó cuando uno de los clientes introdujo una excusa adicional, señalando que había sido engañado o inducido a ir bajo falsas promesas

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La sorpresa fue mayúscula para el personal de un restaurante cuando, al momento de solicitar el pago de la consumición, la respuesta de dos comensales fue una negación rotunda, desafiante e incluso burlesca: "No, no lo vamos a pagar. Que venga la policía".

Este insólito incidente revela una confrontación directa entre la obligación de pagar un servicio y la excusa de la insolvencia, un conflicto que los clientes zanjaron declarando que su comida les había "salido gratis".

La disputa comenzó de forma rutinaria. El personal se acercó a la mesa solicitando el pago: "Vale, chicos, para pagar". La réplica fue inmediata y sin titubeos, rechazando cualquier responsabilidad de pago: "No, no lo vamos a pagar. Que venga la policía".

Ante la insistencia del trabajador, quien señaló que existía un "problema" porque "tenéis que pagar", los clientes mantuvieron su posición firme, alegando una falta total de liquidez: "Yo no tengo dinero y él tampoco", una declaración que reiteraron más adelante al afirmar: "No tenemos dinero los dos".

El personal del restaurante cuestionó la lógica detrás de su decisión de acudir a un establecimiento sin fondos disponibles, preguntando: "¿cómo vais a un sitio si no tenéis dinero?".

La justificación ofrecida por uno de los implicados fue tan simple como insuficiente: "No sé, teníamos hambre". El trabajador replicó con sensatez, indicando que, ante la falta de dinero, la opción sensata es quedarse en casa: "yo si tengo hambre me voy a mi casa y no tengo dinero".

La tensión se intensificó cuando uno de los clientes introdujo una excusa adicional, señalando que había sido engañado o inducido a ir bajo falsas promesas. Este comensal culpó a su compañero, eximiéndose de responsabilidad y exponiendo un conflicto interno: "A mí me dijo que me iba a invitar y me acaban de meter ahora en todo el marrón, ¿sabes?". A pesar de esta disputa interna, ambos se mantuvieron unidos en su negativa a asumir el costo.

La confrontación escaló hasta el punto en que los clientes, con lo que describieron como "mucho respeto", declararon que la comida era, de hecho, un regalo inesperado o una ganancia. "Esto nos ha salido gratis con mucho respeto, ¿eh? Con mucha".

A pesar de las advertencias del personal de que "pagar me tenéis que pagar", los dos comensales mantuvieron su desafío, incluso invitando al establecimiento a tomar medidas legales o administrativas: "Si dirá a la encargada o a la policía, pero No te vamos a pagar".

La situación terminó en un punto muerto, con los clientes insistiendo en su insolvencia y su decisión irrevocable de no cubrir la cuenta, dejando la responsabilidad de la acción en manos del restaurante. Su última palabra fue una negativa tajante y el recordatorio de su falta de fondos: "Yo no tengo dinero y él tampoco".