Los 17 miembros del grupo ultra del FC Barcelona detenidos este miércoles por su presunta implicación en los disturbios durante la final de la Copa del Rey en Sevilla han quedado en libertad sin medidas cautelares.
Fuentes cercanas al caso confirman a Crónica Global que los distintos juzgados de instrucción ante los que han pasado los detenidos han rechazado todas las medidas cautelares solicitadas, dejando sin efecto el operativo que dirigió la Comisaría General de Información de la Policía Nacional.
Los arrestados, todos ellos miembros del grupo hooligan, pasaron la noche en los calabozos del complejo policial de La Verneda (Barcelona) antes de ser trasladados a los juzgados de guardia de sus respectivas demarcaciones judiciales. Tras prestar declaración, todos han quedado en libertad y sin ningún tipo de restricción judicial.
Disturbios en Sevilla
Los hechos por los que fueron detenidos se remontan al 26 de abril, cuando ultras del Barça y del Real Madrid (Ultras Sur) se enfrentaron en pleno centro de Sevilla, durante la celebración de la final de la Copa del Rey.
Los Boixos Nois, en Sevilla, durante la final de la Copa del Rey entre el Barça y el Real Madrid
Los altercados se concentraron en la Plaza San Francisco y la Plaza Nueva, donde los sospechosos provocaron daños valorados en unos 5.000 euros y causaron heridas a un agente de policía, aunque este último episodio ya motivó la detención previa del presunto agresor.
La tensión obligó a los agentes de la UIP (Unidad de Intervención Policial) a cargar contra los grupos violentos y llevó al FC Barcelona a pedir a sus aficionados que abandonaran la zona por motivos de seguridad.
Operativo cuestionado
El operativo de este miércoles pretendía 'castigar' a los miembros del grupo ultra, pero el resultado judicial ha dejado al cuerpo policial en una posición incómoda. “Todos en libertad y sin medidas. Ni prohibición de acercarse a eventos deportivos, ni retirada de pasaporte, ni nada”, resumen las fuentes consultadas.
Con esta decisión, los 17 detenidos vuelven a la calle apenas 24 horas después del despliegue policial, en un nuevo episodio que reabre el debate sobre la eficacia de las operaciones contra la violencia ultra en el fútbol español.