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Esta semana se ha conocido la detención y posterior puesta en libertad de un hombre de 40 años, acusado de violar a su hija de 21 años ante los ojos de su otro hijo de 8, en plena vía pública en Lleida.

La decisión judicial de dejarlo libre ha generado una ola de indignación y desconcierto en la sociedad leridana y catalana.

Colectivos feministas y entidades vecinales han expresado su incredulidad, considerando la gravedad del delito y la presencia de un menor durante la agresión.

¿Por qué no entró en prisión?

Más allá de la reacción social, la resolución judicial tiene una explicación técnica. En primer lugar, ninguna de las partes implicadas en la causa —ni la Fiscalía ni los abogados de la víctima— solicitó el ingreso en prisión del acusado. 

Ambas solo pidieron una orden de alejamiento de menos de 200 metros y la prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio.

Para que un investigado entre en prisión preventiva, deben cumplirse uno o varios de los siguientes requisitos: riesgo de fuga, riesgo de reiteración delictiva o riesgo de destrucción de pruebas.

En este caso, ni la autoridad judicial ni el Ministerio Público consideraron que se cumpliera ninguna de estas tres condiciones.

¿Cómo se puede esquivar el ingreso en preventiva?

El riesgo de fuga suele descartarse cuando el acusado tiene un trabajo estable, una residencia fija o personas a su cargo, ya sean menores de edad o gente mayor o enferma.

En esas circunstancias, se pueden imponer medidas cautelares alternativas, menos coercitivas, como la retirada del pasaporte o la obligación de firmar periódicamente en el juzgado.

Palacio de Justicia de Lleida

El riesgo de reiteración delictiva, por su parte, se valora en cada caso, y aquí se estimó que una orden de alejamiento era suficiente para evitar un nuevo contacto con la víctima. 

A la espera de comparecer ante el juez

Sin embargo, ese supuesto quedó en entredicho apenas 24 horas después, cuando el acusado fue detenido de nuevo este martes tras quebrantar la orden judicial y acudir al domicilio de la víctima entre las 10 y las 11 de la mañana.  Actualmente, se encuentra en dependencias judiciales a la espera de pasar a disposición judicial.

Este nuevo arresto ha avivado el debate sobre la insuficiencia de las medidas cautelares y la necesidad de revisar los protocolos de actuación en delitos sexuales especialmente graves.

El revuelo mediático y social ha sido de tal magnitud que desde el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se ha aclarado que el dictamen “responde exactamente a las peticiones realizadas por las partes acusadoras”, subrayando que el juez actuó conforme a lo que marca la ley y no de forma discrecional.

Los hechos

Los hechos tuvieron lugar sobre las tres de la madrugada del pasado domingo en la plaza de la Llotja, en la avenida de Tortosa de Lleida.

Una patrulla de la Guardia Urbana acudió tras recibir una denuncia ciudadana por lo que parecía ser una pareja manteniendo relaciones sexuales en la calle.

Al intervenir, los agentes descubrieron que se trataba de un padre y su hija, y que junto a ellos se encontraba el hermano pequeño de la víctima, de tan solo ocho años.

Un agente de la Guàrdia Urbana de Lleida Europa Press

La joven aseguró a los agentes que estaba siendo forzada, motivo por el que el hombre fue arrestado de inmediato como presunto autor de un delito de agresión sexual con penetración.

El caso pasó posteriormente a los Mossos d’Esquadra, que lo trasladaron al juzgado al día siguiente.

La víctima fue atendida en el Hospital Arnau de Vilanova, siguiendo el protocolo de delitos sexuales, mientras que el menor quedó bajo la custodia de su madre.

No era la primera vez

El alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, confirmó este lunes que la joven declaró ante los investigadores que su padre ya la había agredido sexualmente con anterioridad.

“Las declaraciones de la víctima apuntan que no era la primera vez. Eso ha levantado todas las alarmas, entre otras cosas porque se trata de una familia normalizada”, afirmó Larrosa, que pidió reflexionar sobre “por qué pasan estas cosas”, y subrayó que el entorno deberá “manifestarse y dar explicaciones”.

El alcalde aprovechó su intervención para condenar los hechos y explicó que los servicios sociales municipales están analizando la situación de este núcleo familiar para determinar qué falló y cómo intervenir.

El alcalde de Lleida, Félix Larrosa, en una imagen de archivo Lorena Sopêna / Europa Press

En paralelo, fuentes policiales confirmaron a Crónica Global que los Mossos d’Esquadra mantienen abierta la investigación y que no se descarta que existan más episodios de violencia sexual anteriores dentro del entorno familiar.

Violencia sexual en aumento

Si hablamos de cifras: los delitos contra la libertad sexual se han disparado un 40% en Lleida el último año, según datos del último balance de criminalidad del Ministerio del Interior.

En toda Cataluña, las violaciones denunciadas aumentaron un 22% en la primera mitad de 2025, con 904 casos registrados --una media de cinco violaciones al día--.