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Vida

Parece Manchester, pero está en Cataluña: uno de los mejores pueblos catalanes y es del siglo XIX

Un pueblo que durante el siglo XIX por su alta concentración de fábricas textiles y otras industrias, lo convirtieron en el principal centro industrial de Cataluña, similar al rol de Manchester en Inglaterra

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Son muchos los que esperan un puente o un fin de semana para hacer una pausa en la rutina. No obstante, es común que pensemos primero en viajar al extranjero, dejando de lado los atractivos y rincones únicos que se encuentran a nuestro alrededor.

Sin embargo, en Barcelona hay un pueblo que evoca a Manchester, tanto es así que recibió el apodo de "Manchester catalán". Se trata de Poblenou que, durante el siglo XIX por su alta concentración de fábricas textiles y otras industrias, lo convirtieron en el principal centro industrial de Cataluña, similar al rol de Manchester en Inglaterra. Esta rápida industrialización generó una importante transformación económica y social, dejando un legado de edificios fabriles que hoy conviven con la modernidad del barrio.

Hace 30 años era un barrio con una fuerte identidad obrera y un pasado industrial en declive, contrastaba con su actual imagen como zona residencial tranquila y segura. El barrio experimentaba una transición, pero la realidad de la época era que carecía de las comodidades y el atractivo que hoy se le atribuye, como el auge de sus espacios de ocio o su fácil acceso a la playa.

Parte de esa transición, llega con los Juegos Olímpicos de 1992 que cambiaron radicalmente el Poblenou de un barrio industrial deteriorado en un barrio moderno y abierto al mar, creando la Vila Olímpica, el Port Olímpic y ampliando las playas.

Concretamente, según recoge el Ayuntamiento de Barcelona, en una vieja zona industrial del Poblenou, denominada Icària en recuerdo de los antiguos socialistas utópicos, se construyó la Vila Olímpica como residencia de los deportistas que participaron en los Juegos Olímpicos de 1992.

Después de unos años de lenta puesta en marcha, hoy la Vila Olímpica ya es una zona dotada de los servicios y las actividades que dan vitalidad a un auténtico barrio. Entre los grandes equipamientos que se emplazan en la zona destaca la Universidad Pompeu Fabra, situada en las instalaciones renovadas de unos antiguos cuarteles. La biblioteca de la universidad ocupa el edificio singular del Dipòsit de les Aigües, que antiguamente alimentaba la fuente del parque de la Ciutadella, situada en las proximidades.

Una de las últimas mejoras del barrio es la presencia del tranvía. Las obras para ponerlo en funcionamiento se han aprovechado para remodelar la calle de Wellington, donde se inicia la línea en dirección a Sant Adrià, y transformarlo en un paseo para peatones muy agradable.

Qué ver en Poblenou

Un buen punto de partida es la Rambla del Poblenou, una avenida llena de terrazas, cafeterías y edificios históricos que mantiene la esencia del barrio. Desde allí se puede llegar fácilmente al Cementerio del Poblenou, conocido por sus esculturas de gran valor artístico, entre ellas la célebre figura del “Beso de la Muerte”.

El contraste arquitectónico es otro de sus atractivos. Destaca la Torre Glòries, un rascacielos moderno que se ilumina por la noche y ofrece vistas panorámicas desde su mirador. También merece la pena acercarse a la Torre de les Aigües del Besòs, una construcción de ladrillo que recuerda la época industrial del barrio y que hoy se puede visitar en determinadas fechas.

Quienes prefieren el mar pueden disfrutar de la playa del Bogatell o de la Mar Bella, más tranquilas que las de la Barceloneta, ideales para pasear o tomar el sol. En el interior del barrio, el nuevo Parque de Glòries ofrece un gran espacio verde perfecto para desconectar. Además, las calles del distrito se han convertido en un escaparate de arte urbano y arquitectura contemporánea, donde antiguas fábricas se mezclan con murales coloridos y edificios de diseño.

Poblenou también tiene una faceta creativa y cultural. El mercado de Palo Alto, cuando se organiza, reúne propuestas de diseño, música y gastronomía en un entorno único. Por otro lado, el Mercat de Poblenou sigue siendo el corazón comercial del barrio, con productos locales y ambiente de barrio de toda la vida.