El Hospital de Bellvitge externalizará el servicio de lavandería que, en la actualidad, es la única de titularidad pública del Institut Català de Salut (ICS). Una medida que afectará a los 45 trabajadores, según datos sindicales, y supone el traspaso de este recurso a lo largo del próximo año.
Así lo ha confirmado la gerencia del hospital a Crónica Global. Las razones que han llevado a esta decisión se justifican en que la maquinaria actual "ha quedado técnicamente obsoleta", por lo que se requerirá una inversión "muy elevada" para ser renovada. Con ello, aseguran que se destinarán los recursos disponibles "a reforzar el ámbito asistencial, que es el núcleo de nuestra actividad".
Interior de la lavandería del Hospital de Bellvitge
Un período de 12 y 18 meses
La segunda razón en la que fundamentan el cierre de la actual lavandería es la reducción de emisión de gases de efecto invernadero. "La supresión del proceso de lavado interno hace posible prescindir de la generación de vapor", razonan, y se sustituirán las actuales calderas de vapor, "obsoletas y poco eficientes", por sistemas modernos basados en aerotermia.
Este proceso se realizará de forma gradual, con un período de finalización de entre 12 y 18 meses. Ahora mismo, el centro de referencia del sur barcelonés ha iniciado un proceso de formación y recualificación del personal, para que puedan asumir en el futuro las funciones de la nueva empresa que se haga cargo del servicio.
"Mala gestión"
El sindicato CSIF Sanidad critica esta medida porque supone un aumento de costes, al menos, aplicable con el 21% del IVA. "Es una mala gestión de los recursos públicos", apuntan, y señalan que el proceso se ha hecho con absoluto secretismo por parte de la dirección del centro hospitalario.
"Actualmente, el gasto en lavanderías externas supera los 20 millones de euros anuales, una cifra que continuará creciendo si se mantiene este modelo", valoran acerca del modelo que mantiene la sanidad catalana actualmente.
Incremento de costes
Los empleados han tenido conocimiento de la situación este miércoles, según ha podido saber este medio. "Queremos poner en valor el gran trabajo de los profesionales, que durante años han demostrado un alto nivel de compromiso, calidad y profesionalización en la gestión del servicio", manifiestan.
Interior de la lavandería del Hospital de Bellvitge
Por este motivo, piden unificar y centralizar el servicio de lavandería. Una cantidad ingente de ropa de los profesionales sanitarios que podría asumir el Vall d'Hebron, aseguran las fuentes conocedoras del caso. Además, sostienen que la imposición del uniforme reutilizable —que soportará entre 40 o 50 lavados— va en contra de las acciones sostenibles que se impulsan desde otras áreas.
"Vall d'Hebron es el único hospital que mantiene una cocina pública, un servicio complejo y estratégico", defienden los representantes sindicales, así que con esa experiencia e infraestructura, podrían "liderar" este nuevo proyecto público. Con ello, se eliminarían los sobrecostes de la externalización y se garantizaría la ocupación pública estable de la plantilla.
"Reclamamos una apuesta clara y decidida por un modelo 100% público", con tal de asegurar la "eficiencia económica" y la dignificación del trabajo, defiende Jesús Jiménez, representante de Acción Sindical de CSIF Sanidad.
8 toneladas de ropa
La lavandería industrial de Bellvitge gestiona cada día hasta ocho toneladas de ropa que proceden de la propia infraestructura, según datos del propio hospital. El proceso comprende tanto el lavado, como el secado, planchado e, incluso, el doblado de las vestimentas que recogen, también, desde otros puntos de Cataluña.
En 2023, recibió la Certificación RAL 992/1, un hito para Cataluña. El Instituto Hohenstein reconoció el trabajo que hace diariamente la plantilla, donde se comprobó la reducción de la resistencia de los textiles, el deterioro químico de la fibra, la incrustación de la materia orgánica y otras cuestiones relacionadas con la calidad del color blanco.