Con sólo 18 años, Lamine Yamal se ha convertido en uno de los futbolistas más prometedores del panorama internacional. Y su fama excede lo deportivo.
Sus peinados, sus looks, su fiesta de cumpleaños y hasta sus parejas son motivo de noticia. Hasta el mismo barrio en el que vive lo es.
Ya se ha hablado mucho al respecto, pero Yamal, al que muchos racistas critican, es 100% catalán. Nació en Cataluña y ama la ciudad y el barrio donde se crió. Y es que, a pesar de nacer en Esplugues, el nuevo 10 del Barça es de Mataró.
El delantero no es de cualquier lugar de la capital del Maresme, es de uno de los barrios con más personalidad, Rocafonda. Para muchos, un barrio conflictivo; para otros, un espacio solidario, donde la multiculturalidad aporta mucho más a su gente de lo que la gente cree.
Cómo es el barrio
Sus calles, alzadas con cuestas, están repletas de pequeños locales comerciales. Uno de ellos, ya es famoso: la panadería del tío del futbolista. Y es que en el barrio pasa como en los pueblos, casi todos se conocen.
A pesar de las dificultades económicas, los residentes presumen de barrio. Describen Rocafonda con orgullo, como un lugar de "gente que busca salir adelante".
Una zona multicultural
Es cierto que no de los rasgos más relevantes de Rocafonda es su alta presencia de inmigración. Es así, desde su fundación.
La zona creció en los 60, en pleno franquismo. La inmigración española, sobre todo extremeña y andaluza, que venía a buscar trabajo a Cataluña, era la más habitual.
Mounir Nasraoui y Lamine Yamal, en su casa en Rocafonda
Muchas de esas familias fundacionales se fueron del barrio, a medida que les fui yendo mejor. Otras se quedaron y los migrantes han seguido arribando a Rocafonda, solo que ahora vienen de Marruecos, Guinea o Latinoamérica.
Esta multiculturalidad, así como algunas experiencias de vida, han propiciado una convivencia más tranquila de la que muestran los telediarios. Por ejemplo, no es extraño ver a jóvenes se reúnen para jugar al fútbol en la calle, compartiendo balones, sueños e ilusiones, al margen de su procedencia.
Dónde vivió Yamal
Esa diversidad cultural no está exenta de retos, como el fracaso escolar, desigualdades de recursos o delincuencia, Eso también ha contribuido a fomentar una actitud de cooperación mutua entre las familias que viven allí.
Yamal es fruto de todo eso. Transitó por un piso modesto en el que llegaron a vivir hasta nueve personas.
El jugador y su familia nunca han tenido una mala palabra para el barrio. De hecho, lo peor que ha dicho al respecto es que "el miedo lo dejé en el parque de Mataró hace tiempo".
Su querencia por el barrio es tal que lo recuerda en cada gol. Si uno se fija, Yamal dibuja con sus dedos un "304" en sus celebraciones.
No se trata de ningún reto o excentricidad. Estos son los tres últimos dígitos del código postal de Rocafonda.
Símbolo y ejemplo de Rocafonda
El ascenso de Yamal también le ha dado una nueva vida al barrio. Son muchos los periodistas que se han acercado hasta allí para conocer donde creció la nueva estrella.
Sus vecinos están orgullosos de su éxito. Su historia se ha convertido en un referente para los jóvenes del barrio que los llena de ilusión y refuerza la idea de que el trabajo, la constancia y la humildad pueden derribar barreras sociales.
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