La composición de la microbiota intestinal puede influir de "manera decisiva" en la eficacia de la terapia CAR-T, un tipo de tratamiento que se aplica a pacientes con mieloma múltiple, es decir, un tipo de cáncer de la médula osea. Este hallazgo se ha dado gracias al trabajo conjunto entre el Hospital Clínic de Barcelona y el Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
El estudio, publicado en la revista Blood Cancer Discovery, abre una nueva vía de abordaje con la posibilidad de personalizar los tratamientos y desarrollar nuevas estrategias terapéuticas combinadas, adelanta este martes el centro hospitalario a través de un comunicado.
Relación entre la microbiota y la respuesta al cáncer
"Sabemos que las bacterias intestinales pueden modular el sistema inmunitario, y queríamos ver si esto también afectaba a la terapia CAR-T", explica Mireia Uribe-Herranz, investigadora del grupo de investigación que lidera Manel Juan, jefe del Servicio de Inmunología del Hospital Clínic.
Con esta premisa, se analizaron las muestras de los pacientes con mieloma múltiple que se han tratado con la terapia CAR-T. Así, se describió la composición de la microbiota y de los metabolitos —una serie de moléculas producidas por las bacterias que pueden afectar a las células humanas— presentes en el intestino.
Personalizar
Por otra parte, la terapia CAR-T modifica genéticamente las células T del sistema inmunitario del paciente para que reconozcan y ataquen a las células tumorales, las malignas. Sin embargo, no tiene los mismos efectos en todos los pacientes.
Tras las pruebas intestinales, se comprobó que existe una correlación directa entre algunos tipos de microbiota y la respuesta clínica a la terapia CAR-T, que puede ser tan variable. En concreto, según trasladan del Hospital Clínic, se observó que la presencia de bacterias y de metabolitos, como el succinato, daban una mejor respuesta al tratamiento.
Próximos pasos
Gracias a esta respuesta, tal y como declara Manel Juan, se podrá analizar la microbiota de los pacientes, lo cual "puede ayudar a predecir quiénes responderán mejor a la terapia CAR-T, incluso antes de administrarla".
El próximo objetivo será validar los resultados con muestras poblaciones más grandes y profundizar en la relación de estos dos elementos y, entre otras cuestiones, explorar si estos resultados se pueden aplicar a otros tipos de cáncer tratados con inmunoterapia.
