Fotomontaje Andreu Buenafuente y Silvia Abril con una vivienda de fondo

Fotomontaje Andreu Buenafuente y Silvia Abril con una vivienda de fondo CANVA

Vida

Así es la casa de Andreu Buenafuente y Silvia Abril a las afueras de Barcelona: una parcela de más de 450 metros cuadrados valorada en más de 500.000 euros

Ofrece una privacidad casi absoluta y una conexión directa con la naturaleza, con vistas panorámicas de la comarca de El Maresme

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La propiedad de Silvia Abril y Andreu Buenafuente fue construida alrededor del año 1900 y se ubica en la localidad de Cabrera de Mar, Barcelona, en la que viven junto a su hija Joana, de 12 años. Está considerada una auténtica joya arquitectónica en una parcela de más de 450 metros cuadrados y valorada en más de 500.000 euros.

Su enclave, entre bosques y caminos de tierra, ofrece una privacidad casi absoluta y una conexión directa con la naturaleza, con vistas panorámicas de la comarca de El Maresme y del mar. Uno de los elementos más característicos de la vivienda, que mantiene desde su construcción, es su majestuoso arco de piedra natural que da la bienvenida a la casa manteniendo su estilo natural. También, los muros que la rodean y la delimitan del exterior son de piedra natural, conservando el típico color marrón de las casas de campo catalanas.

Interior de la vivienda

La vivienda fue adquirida por la pareja en la década de los 90, cuando Andreu Buenafuente comenzó a consolidarse como una figura clave del entretenimiento y de la televisión en Cataluña. Desde entonces, el inmueble ha pasado por diferentes reformas para adaptarlo a las necesidades de la familia, siempre respetando su esencia natural y su estilo rústico del exterior. La decoración, firmada en gran parte por la propia Silvia Abril, es una fusión de influencias rurales, mediterráneas y contemporáneas, con materiales nobles como la madera y la piedra natural como protagonistas.

El salón es, sin duda, el corazón de la casa de toda la familia. La estancia es de estilo nórdico y predomina el material de la madera tanto en el suelo de parqué laminado como en el mobiliario de la estancia. Los protagonistas son dos grandes sofás de tres plazas de estilo moderno y líneas rectas de color blanco impoluto, acompañado de una mesita auxiliar de cristal en el centro y de dos mesitas circulares a cada lado de los sofás donde descansan dos grandes lámparas de lectura, varios libros y jarrones de cristal con flores naturales. También cuenta con más elementos decorativos como pequeñas esculturas, figuritas de porcelana, jarrones de cerámica de diferentes colores y cuadros con paisajes naturales.

Justo en salón, se encuentra integrado el comedor de la vivienda, donde también predominan los tonos neutros y los materiales tradicionales. Se compone de una gran mesa de madera pulida de roble con cuatro sillas a juego de estilo rústico con cojines de color beige y un gran centro de mesa a base de velas grandes, un pequeño jarrón de cerámica y flores naturales.

Otros espacios de la casa

La cocina se encuentra muy cerca de salón y del comedor, ya que es un gran espacio abierto y comunicado con las estancias comunes. Este espacio cuenta con una segunda mesa de madera maciza en la que la familia comparte desayunos y almuerzos. Tiene grandes armarios integrados con una hilera llena de estanterías, baldas y cajoneras y una gran isla central de madera.

En los baños de la casa se puede apreciar que tiene el mismo estilo que el resto de la vivienda. En tonos neutros, el baño se caracteriza por sus baldosines en tono azul grisáceo; y acompañado de un lavabo tradicional de cerámica en color blanco y un pequeño espejo circular donde la pareja ha pegado a su alrededor varias fotografías familiares. 

Lo mejor de todo es el jardín exterior de césped natural, que cuenta con varios espacios chill out como su porche cubierto compuesto por varios sofás de exterior y con una gran mesa de madera. Además, tiene una zona de hamacas que funciona a modo de solárium al lado de la gran piscina rectangular con la que cuenta la casa. Además, tienen su propio huerto, un espacio dedicado a la meditación, ya que ambos son amantes del yoga y un espacio de juegos para su hija.