La Generalitat prevé un verano forestal "complicado" tras el gran incendio en Torrefeta i Florejacs (Lleida) que ha afectado a más de 6.000 hectáreas y ha dejado dos muertos. Los Bombers de la Generalitat no han dudado en catalogar este virulento fuego como de "sexta generación". Pero, ¿qué significa?
El incendio superó la capacidad de extinción de los bomberos y dejó registros nunca vistos en Cataluña: un pirocúmulo de 17 kilómetros y una velocidad de propagación de 28 kilómetros por hora.
Un incendio voraz
Así, cuando un incendio es catalogado como de "sexta generación" significa que es un fuego extremadamente violento y que presenta un comportamiento errático. Como se ha visto en el caso de Lleida, tiene una rápida propagación y puede generar pirocúmulos, que son nubes originadas a partir del calor extremo, capaces de desencadenar fuertes tormentas y propagar aún más las llamas.
Incendio en Lleida
Siguen los trabajos en el terreno
Por ahora, el incendio ya está estabilizado, aunque los servicios de emergencia siguen trabajando en el terreno. Los Bomberos, que trabajan con el objetivo de poder dar por controlado el fuego cuando al atardecer bajen las temperaturas, mantienen a 35 dotaciones sobre el terreno, con el apoyo aéreo, repasando el perímetro, con especial atención a su flanco derecho, para evitar que se pueda reavivar y expandir hacia el valle del Segre.
Hasta Guissona se ha desplazado este miércoles el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, quien ha pedido a la población mucha prudencia: "Los fuegos no son como antes. Hoy será un día de mucho riesgo", ha alertado.
De hecho, ha asegurado que nunca se había visto un fuego de estas características en Cataluña. "Aunque tuviéramos tres veces más recursos hay un tipo de fuegos que no se puede apagar. Entonces, la estrategia es protegerse y minimizar daños".
El fuego se originó el martes por la tarde en una zona agrícola de Torrefeta i Florejacs, según las primeras hipótesis a raíz de los trabajos de una cosechadora. Las llamas obligaron a confinar a unas 14.000 personas de una decena de poblaciones y también causó heridas leves a dos bomberos.
Dos muertos
Las dos personas fallecidas en el incendio son el dueño de una granja de cerdos y un trabajador de la explotación ganadera, a quien el propietario fue a rescatar porque se vio afectado por el humo. Ambos bajaron del vehículo todo-terreno en el que iban, en un camino de Coscó, en el núcleo agregado de Oliola, y ya no pudieron volver a subir.