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J.C.M. fue detenido el 1 de febrero de 2023 como presunto autor de un robo con violencia cometido en la calle Badajoz de Badalona. La víctima, un trabajador de una tienda de telefonía móvil situada en la calle Santiago de la misma ciudad, acababa de cerrar su local cuando fue seguido hasta su portal, amenazado con un cuchillo y despojado de su teléfono móvil.

Este asalto marcó el inicio incipiente del caso Kashmir, que permitió desarticular una red de violentos ladrones, cebados en locutorios y locales de telefonía móvil de Badalona y Santa Coloma de Gramenet.

El papel de J.C.M.

En abril del mismo año, J.C.M. volvió a ser citado a declarar. Esta vez no como investigado directo, sino como posible conocedor de otros hechos presuntamente cometidos por miembros de su mismo grupo criminal.

Fue a partir de esa segunda declaración cuando los Mossos d’Esquadra comenzaron a detectar un mismo patrón en todos los robos recientes de la ciudad: se cometían en locutorios y tiendas de móviles, siempre a la hora del cierre, cuando el personal está más vulnerable y el dinero ya ha sido recaudado.

Uno de los detenidos en el marco de la investigación 'Kashmir' CG Badalona

De este modo, las declaraciones de J.C.M. —cinco en total— no solo permitieron agrupar las piezas dispersas del puzle policial. También dieron forma a un patrón criminal con nombre propio: atracos a locutorios y tiendas de telefonía móvil en Badalona, casi siempre cuando caía la persiana, empleando armas de fuego o simuladas y ejecutados por un grupo extremadamente violento.

Hasta 10 robos denunciados

La investigación arrancó a principios de 2023. Aunque por aquel entonces los Mossos no lo sabían, los robos que se iban ejecutando en la ciudad iban a acabar agrupados en una misma causa. Poco a poco, y gracias al relato de J.C.M, el mapa de los asaltos empezó a tomar forma.

El primero del que se tiene constancia, y que aparece en la sentencia, ocurrió el 10 de enero de 2023, cuando un hombre fue asaltado con violencia en plena calle, en el paseo Riu Congost. Le robaron el móvil, el dinero, y lo dejaron malherido en el suelo. Doce días después, el 22 de enero, tres encapuchados irrumpieron en la tienda Iman Mòbils, gritaron, amenazaron con un arma, y se llevaron efectivo y terminales.

El 1 de febrero, el día de la detención de J.C.M., otra víctima fue perseguida tras cerrar su negocio, hasta el portal de su casa. Allí, con un cuchillo en la garganta, lo despojaron de todo lo que llevaba encima. Lo mismo ocurrió el 22 de marzo, cuando el propietario de un locutorio en la calle del Reloj, fue emboscado al llegar a su domicilio.

El 28 de febrero, un empleado de la tienda Abbas Galaxy recibió un culatazo en la cara antes de que los asaltantes se llevaran el dinero del cierre. El 10 de marzo, el golpe fue en All Mòbils, con roles bien definidos: uno vigilaba, otro intimidaba, y un tercero vaciaba mochilas y mostradores. El 31 de marzo otra víctima fue derribada a puñetazos en la vía pública para robarle los efectos personales.

En abril, la violencia no cesó. El día 19, cuatro encapuchados irrumpieron en Kashmir Mobil, rompieron vitrinas, y se llevaron una decena de teléfonos. Apenas una semana más tarde, el 25 de abril, lo mismo sucedió en Mobile BCN, donde el dependiente tuvo que recibir puntos de sutura en la cabeza tras ser golpeado con un arma.

Un relato viciado

Aquel patrón se consolidó gracias al testimonio de J.C.M., quien iba hilando escenas, nombres y mecánicas. No era una serie de robos inconexos. Era una cadena perfectamente organizada. Y con esa información se diseñó el operativo que los Mossos bautizaron como Kashmir.

Una de las armas incautadas en el marco de la investigación Kashmir CG Badalona

A medida que estas declaraciones se acumulaban, los investigadores agruparon todas las denuncias similares en un mismo juzgado, el de Instrucción 4 de Badalona, y empezaron a articular una causa conjunta.

J.C.M. fue identificado en al menos dos de los 10 robos documentados. Pero, según se extrae del fallo del juzgado de lo penal número 7 de Barcelona, al que ha tenido acceso Crónica Global, J.C.M. empezó a declarar creyendo que era un testigo protegido, cuando en realidad ya figuraba como investigado. Una condición incompatible con el estatus que se le había atribuido.

Una declaración viciada

Según el fallo, la raíz del problema está en la declaración prestada por J.C.M. en sede judicial el 7 de junio de 2023 bajo el formato de “testigo protegido”, sin que constaran sus derechos como investigado ni se le recordara su deber de decir la verdad como testigo.

Esta ambigüedad jurídica —que le situaba en un limbo entre testigo y acusado— vulneró las garantías procesales más básicas. Además, la declaración se recogió en un documento con formato policial, no judicial, lo que refuerza las dudas sobre su validez.

El resultado fue demoledor: el juez anuló por completo la declaración de J.C.M., dejando sin sustento las acusaciones contra el resto de implicados, que finalmente han sido absueltos.

varios de los detenidos en el marco de la investigación Kashmir CG Badalona

Todos absueltos menos J.C.M.

De hecho, la magistrada María del Pilar Calvo solo ha condenado a J.C.M. a seis años y siete meses de prisión por dos delitos de robo con violencia y otros dos de lesiones. El resto de los detenidos han quedado absueltos al entender que la investigación se basó "fundamentalmente" en la declaración viciada (e irregular) de J.C.M.

Tal y como se extrae del fallo, "no pueden ser valoradas aquellas pruebas cuyo contenido derive directamente de la violación constitucional". Es más, la juez recalca que queda prohibido "obtener elementos probatorios a partir de información resultante de pruebas ilícitas", en referencia a la toma de declaración como falso testigo protegido.

De este modo, no solo cae la acusación de los otros seis detenidos, sino que nada de lo que se les incautaron (armas de fuego y airsoft, entre otros objetos) puede contemplarse tampoco en la resolución de este caso.

Así, lo que comenzó como una operación prometedora contra una peligrosa banda de atracadores ha terminado desmoronándose por una irregularidad insalvable.

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