
La mansión de José Elías, en Mas Ram
La mansión de José Elias deja sin luz a una protectora de animales de Tiana
Una asociación denuncia que el empresario les ha cortado el suministro eléctrico
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Este jueves 22 de mayo se supo que el empresario catalán José Elías, fundador del Grupo Audax y propietario de La Sirena, ha construido una vivienda en una zona forestal protegida sin pedir permiso. Lo ha hecho en la Sierra de Marina, en el término municipal de Tiana, en un terreno calificado como no urbanizable por el Pla General Metropolità del Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
La causa judicial abierta revela que Elías no solicitó licencia al ayuntamiento de Tiana. E ignoró la orden de paralizar las obras. El terreno estaba protegido precisamente para frenar la presión urbanística en el área. Sin embargo, los problemas que genera el empresario no se limitan a esa finca.
Denuncian presiones
Cerca, también en la montaña, hay una protectora de animales. Está dentro de los terrenos controlados por el empresario. Y es ahí donde, según denuncian desde la asociación, se viven constantes episodios de presión.
Una de las medidas más graves fue el corte del suministro eléctrico, hecho de forma unilateral por Elías, lo que dejó a la protectora sin luz, sin neveras operativas, sin acceso a medicación conservada en frío y sin agua, al no poder funcionar la bomba que la extraía. Desde la asociación se denuncia que estas decisiones se toman sin ningún tipo de diálogo y que suponen una amenaza directa a su actividad.

La mansión de José Elías está en un terreno catalogado como rústico destinado a uso agrario
Dependen de generadores
Tras un incendio en la zona, se detectaron varias conexiones irregulares a postes eléctricos. A raíz de eso, las autoridades impusieron multas. Elías, explica la protectora, pidió a los vecinos —incluyendo la protectora— que regularizaran su suministro. La protectora lo hizo, consiguiendo su punto autorizado. Pero el empresario, denuncian, se negó a permitir que el cableado pasara por postes —como es habitual— y exigió canalizarlo por el subsuelo, lo cual era inviable para la entidad.
Como denuncian, Elías proyecta una imagen pública de compromiso con la naturaleza y el medioambiente, aunque en realidad está promoviendo movimientos de tierras y otras actuaciones en espacios ocupados desde hace tiempo por vecinos, asociaciones y colectivos.
Durante años, la relación entre la asociación y el empresario fue cordial. Sin embargo, en los últimos tiempos esta dinámica ha cambiado, y desde la protectora consideran que ahora todo son obstáculos. Lamentan que en lugar de facilitar la convivencia y apoyar a una entidad que trabaja por el bienestar animal, Elías se ha convertido en un elemento que dificulta su labor diaria.
La tensión aumentó aún más cuando se supo que el empresario había realizado una donación económica a otra protectora diferente. Desde la protectora se interpretó este gesto como una desautorización a su trabajo, al considerar que se estaba cuestionando su capacidad de gestión económica y su compromiso con los animales.