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Abril es, por ahora, el segundo peor mes del 2025 en las carreteras catalanas. Hasta 13 personas, la mayoría de mediana edad y de colectivos vulnerables, han muerto en el asfalto. Una cada dos días. Y un 160% más que en el mismo periodo del pasado año, cuando fueron cinco. Solo el fatídico marzo, con 17 víctimas, fue más trágico.

Barcelona repite, de nuevo, como la provincia con más fallecidos, seis, por delante de Girona, con cinco, su peor registro del año --hasta marzo, solo había muerto una persona allí--. Lleida y Tarragona han lamentado una víctima cada una. Pero Barcelona, con 26, y Tarragona, con 14, acumulan el 77% de vidas perdidas en 2025.

La AP-7, punto negro

Los 13 fallecidos de abril se distribuyen en nueve comarcas, siendo La Selva (Girona), con tres, y el Gironès (Girona) y el Baix Llobregat (Barcelona), con dos cada una, las peor paradas. Riudarenes (Girona), con dos, es el único municipio en el que ha habido que lamentar más de un muerto.

Estos accidentes trágicos se han registrado también en nueve vías, siendo la GI-555, la C-25 y la AP-7 las únicas que salen dos veces en el listado. Esta última, de hecho, ya suma seis fallecidos en lo que va de año, igualando el registro de todo el 2024. Es un punto que preocupa mucho a Trànsit.