El Viernes Santo, alrededor de las ocho de la mañana, un vigilante de seguridad de la estación de Renfe en Cerdanyola sufrió una agresión por parte de cuatro personas.
Según ha podido saber en exclusiva Crónica Global, el incidente se originó cuando los agresores, tres de los cuales podrían ser menores de edad, propinaron insultos contra el vigilante.
Tal como recoge la denuncia presentada en dependencias de los Mossos d’Esquadra, el vigilante ya conocía a estas personas porque anteriormente habían sido identificados en el mismo lugar por no querer pagar el billete del tren.
Imagen de las lesiones sufridas por un vigilante de Renfe en Cerdanyola
“Voy muy colocado y esta vez no va a ser como la otra vez”, así se recoge una de las amenazas que habría recibido el vigilante justo antes de la agresión.
Los hechos se precipitaron cuando uno de los cuatro agresores se abalanzó contra el vigilante de seguridad y el hombre, ya en el suelo, empezó a recibir todo tipo de golpes, “sin poder ver” a los autores.
El parte médico certifica que el vigilante, de 38 años, tiene golpes en la nariz, la espalda, un ojo y una fractura en un dedo de la mano izquierda que muy probablemente requerirá una intervención quirúrgica.