A contrarreloj. La familia del Girona FC en su sentido más amplio busca dinero en plena cuenta atrás para evitar el desahucio de su aficionado más icónico: Effah Kingsford, conocido como Sisplau.
Este hincha nacido en Ghana arranca los aplausos de la grada del Estadio de Montilivi con su bombo al grito de “por favor” en catalán. Lo hace desde una década atrás, cuando llegó a España en patera. Hoy, encarna el drama de la vivienda: se ve obligado a abandonar el piso en el que vive de alquiler con su mujer y sus tres hijos menores de edad, sin encontrar una alternativa viable.
Sin oferta de alquiler
El contrato de alquiler caducó en octubre del año pasado, y este carpintero no ha dejado de pagar la cuota. Desde un mes antes —cuando la propiedad le comunicó que debía hacer las maletas porque vendería el inmueble— busca un nuevo hogar en Salt. Sin éxito: la poca oferta del mercado de alquiler le arrebata cualquier opción de superar el bache.
A modo de ejemplo, en el portal inmobiliario Idealista, actualmente, solo hay dos inmuebles en alquiler en Salt. Uno de ellas es un piso de 111 m² por 900 euros al mes, y el otro es un piso de 97 m² por 1.400. Así las cosas, al cierre del año pasado, el precio de la vivienda había subido un 11,92% respecto al anterior.
Ante esta situación, la Penya Gironina —a la que pertenece— ha arrancado una campaña de recaudación de fondos para lograr el dinero que necesita para la entrada del mismo piso en el que vive, y así comprarlo. 35.000 euros a conseguir antes del 15 de mayo, fecha límite ante la proximidad del juicio que derivará en el posterior desahucio.