La madrugada del 4 de julio, el meublé más antiguo de Barcelona quedó revuelto de arriba abajo tras la irrupción de una decena de agentes de los Mossos d'Esquadra y de la Policía Nacional, con apoyo de otros tantos funcionarios de Inspección de Trabajo.
El prostíbulo Top Damas, situado en el elegante barrio de Sant Gervasi, en una acomodada zona por encima de la avenida Diagonal, fue objeto de una exhaustiva incursión policial, en el marco de un registro que buscaba indicios que acreditasen supuestas irregularidades.
Tres denuncias contra el 'meublé'
El local, que se autodenomina un hotel de lujo, es conocido en la ciudad por ser uno de los últimos vestigios de la prostitución en la zona alta de Barcelona. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y, semanas antes, tres extrabajadoras del local denunciaron ante Inspección del Trabajo la situación de acoso laboral a la que eran sometidas.
Las denuncias apuntaban a una serie de prácticas abusivas que, según las trabajadoras, no solo vulneraban sus derechos laborales, sino que ponían en peligro su bienestar físico y psicológico.
Ambiente hostil y normas "poco éticas"
Según reveló Crónica Global, las extrabajadoras explicaron que las condiciones de trabajo en el Top Damas eran insostenibles, con un ambiente hostil y la imposición de normas "poco éticas" por parte de la Laura, la madame del local.
Y es que aquellas mujeres que hacían funciones de limpieza o de recepción de clientes eran obligadas, entre otras prácticas, a escuchar conversaciones de clientes o a ver páginas pornográficas.
Instalaciones del Top Damas Barcelona
En su denuncia aseguraron que este tipo de 'obligaciones' afectaban gravemente a su salud mental. Situación que se veía agravada por la falta de higiene en el lugar de trabajo, así como las condiciones de incomodidad extremas a las que estaban sometidas día tras día.
Se constata el ejercicio de la prostitución
Durante el registro del local, la inspectora de Trabajo, acompañada de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra, constató que, efectivamente, se trataba de un establecimiento dedicado a la prostitución.
En el informe, se detalló que el Top Damas, bajo el paraguas de la mercantil Explotaciones Hoteleras y de Ocio Sapelia 2 SL, se presenta como un local de alquiler de habitaciones por horas. Sin embargo, en realidad, se trata de un establecimiento donde se ejerce la prostitución, lo que se encuadra en una actividad 'alegal'.
Actividad --añade el documento-- que, en muchas ocasiones, también está asociada a los delitos de trata de seres humanos, el proxenetismo y la explotación sexual.
Imagen de archivo de un prostíbulo de Barcelona
No se detectaron indicios de trata
No obstante, y según ha podido saber esta redacción, los cuerpos policiales no apreciaron indicio alguno que pudiese demostrar que las chicas que ejercen en el Top Damas sean víctimas de trata.
"Todas son libres de irse, tienen su documentación a su disposición y, en ningún caso, han llegado engañadas. Se puede debatir si están por gusto o necesidad y si se aprovechan de su situación de vulnerabilidad, pero eso es otro debate", subrayan fuentes del CNP.
Asimismo, en el informe de Inspección de Trabajo se deja constancia de que la madame entregó, en los plazos previstos, toda la documentación laboral que le requirieron: desde los contratos de las recepcionistas y personal de limpieza, hasta las nóminas, el convenio de aplicación o la justificación de la instalación de varias cámaras de videovigilancia.
Sin evaluación de riesgos psicosociales
No obstante, la inspectora sí que documentó las malas condiciones laborales que enfrentaban las recepcionistas. En especial, se detalla que el puesto de trabajo de las recepcionistas estaba ubicado en un espacio muy reducido, con mala ventilación y un fuerte olor a tabaco, lo que comprometía su salud.
Una de las habitaciones de Top Damas
Asimismo, se evidenció, hablando con las tres denunciantes, que la actividad del local y, en concreto, las funciones impuestas a las recepcionistas eran perjudiciales para su bienestar psicológico y emocional.
Y es que, según denunciaron, se las obligaba a preguntar "cómo ha ido"; a veces debían entrar a la habitación y solicitar el DNI del cliente para fotocopiarlo; o, entre otras funciones, debían ser ellas quienes enseñaran el 'catálogo' de las señoritas, sintiéndose "como si las estuvieran vendiendo". Todo ello, en general, les generaba una gran sensación de incomodidad y angustia.
En este contexto, el informe concluye que la empresa no realizó una evaluación de riesgos psicosociales, a pesar de que su propia documentación y por la naturaleza del trabajo se recomendaba hacerla.
El cuadrante de normas
Los documentos que hallaron en el burdel también ayudaron a llegar a la citada conclusión. Y es que Inspección de Trabajo también recoge el cuadrante de normas que preside la recepción del local y que ya publicó Crónica Global.
Entre las directrices encontradas, destacaba que las trabajadoras de recepción y limpieza no podían interactuar con las prostitutas, ni siquiera si se encontraban mal o necesitaban atención médica. Además, se les prohibía el uso de teléfonos móviles y, en muchos casos, se les asignaban personalidades o nombres falsos.
Una de las hojas con las principales normas del Top Damas
Procedimiento sancionador
Ante este panorama, y tras las pertinentes comprobaciones, Inspección de Trabajo concluyó que la empresa había incumplido la Ley de Prevención de Riesgos Laborales al no haber realizado una evaluación de riesgos psicosociales, una evaluación que debía haber tenido lugar dada la naturaleza de la actividad que se desarrolla en el local.
El informe añade que se iniciaría un procedimiento sancionador contra el Top Damas si en un plazo de dos meses no realiza la evaluación de riesgos pendiente y mejorar las condiciones laborales del establecimiento.