Una de las actuaciones que se vivieron en la celebración del 8M en la prisión de Wad-Ras Barcelona
Las reclusas de Wad-Ras celebran el 8M y exigen que se respeten sus derechos dentro y fuera de prisión
Las internas han organizado en una jornada especial, repleta de actos preparados con mimo y mucha ilusión para reivindicar el Día Internacional de la Mujer
Más noticias: Así es la Navidad en Wad-Ras, la única prisión de Cataluña en la que viven niños
Noticias relacionadas
La sala de actos de la prisión de Wad-Ras, en Barcelona, ha acogido este viernes a una cincuentena de mujeres internas para celebrar una jornada de empoderamiento y sororidad.
A pesar del clima, la lluvia no ha empañado los esfuerzos de las últimas semanas y las reclusas han podido celebrar la vigilia del 8M, el Día Internacional de la Mujer, con la alegría y la ilusión con la que han estado organizando esta jornada tan especial para ellas.
Y es que para muchas de las presentes, este evento representaba la oportunidad de alzar la voz por sus derechos, también desde el interior de la prisión, en un contexto donde sus voces a menudo quedan doblemente silenciadas: por ser mujeres y por estar privadas de libertad.
Romper tabús
El evento, que ha contado con la participación de la Fundación ARED (Asociación para la reinserción de las mujeres), ha contado con la presencia de figuras destacadas como la modelo y presentadora Judit Mascó, presidenta de la fundación; y el conseller de Justicia, Ramón Espadaler, quienes han presidido una ceremonia cargada de emociones y mensajes de superación.
A lo largo de la jornada, al menos una docena de internas han intervenido en un programa repleto de actos preparados con mimo y mucha ilusión. Sabían que los medios de comunicación iban a estar presentes y era la ocasión perfecta para romper decenas de tabús.
Algunas de las internas que han participado en el acto del 8M Barcelona
El acto ha empezado con la lectura de un manifiesto y ha terminado con una coreografía final. Las participantes han querido olvidar, aunque sea por unas horas, las limitaciones de su día a día entre los muros de Wad-Ras y sentirse parte activa de una reivindicación que va más allá de las rejas.
Alzan la voz por sus derechos
Entre aplausos y elogios, las asistentes han acogido con entusiasmo cada una de las actuaciones presentadas por las internas. En primer lugar, se ha leído un manifiesto que subrayó un mensaje claro: los derechos de las mujeres deben ser respetados en todas las circunstancias, tanto dentro como fuera de las prisiones.
Un punto especialmente destacado fue la denuncia de la desigualdad en los trabajos remunerados en los centros penitenciarios. Las internas lamentaron que los hombres internos perciban un salario superior que ellas.
Sin embargo, no olvidaron expresar su agradecimiento por las oportunidades que les brindan los talleres y empleos remunerados, iniciativas que contribuyen a su proceso de reinserción social.
Una de las internas premiadas junto a Judit Mascó y el 'conseller' Ramón Espadaler Barcelona
El acto también fue una celebración de la voluntad de superación y el compromiso con el cambio. Tras la lectura del manifiesto y las distintas actuaciones de las internas, la Fundación ARED entregó seis galardones que reconocen el esfuerzo y el empuje de aquellas reclusas que más se destacan por su capacidad de adaptación y resiliencia.
Momentos de felicidad
Los premios, en forma de diplomas, fueron otorgados a las siguientes categorías: mujer trabajadora, más emprendedora, liderazgo positivo, buena compañera, luchadora y mujer con más capacidad de separación. Además, cada galardonada recibió un cheque de 100 euros como recompensa a su esfuerzo.
Las emociones no tardaron en aflorar y el salón se llenó de gritos de júbilo y aplausos cuando las premiadas recogieron sus diplomas, demostrando que, incluso entre rejas, pueden encontrar momentos de felicidad.
Laura, una de las internas encargadas de organizar el evento, expresó con una sonrisa en el rostro: "Incluso dentro de prisión podemos ser felices".
Laura y Juana, dos de las internas que han organizado la celebración del 8M en la prisión de Wad-Ras Barcelona
Fuerza, unidad y resiliencia
La diversidad de las participantes fue otro de los aspectos que sorprendió a los asistentes. En el público se podían ver mujeres de todas las edades, desde las más jóvenes hasta aquellas que rozaban la tercera edad.
Además, en esta celebración se reflejaba la diversidad cultural que caracteriza al centro, con mujeres provenientes de diferentes países y contextos. Sin embargo, todas compartían un denominador común: el esfuerzo constante por revertir su situación.
En sus rostros se reflejaba una esperanza palpable, la esperanza de encontrar un futuro mejor fuera de esas cuatro paredes.
Este acto, cargado de simbolismo y de mensajes poderosos, ha sido una forma de recordar que, incluso en los contextos más adversos, las mujeres siguen luchando por sus derechos y por un mundo más justo para ellas.
Esta jornada previa al 8M no solo fue una conmemoración del Día Internacional de la Mujer, sino también una muestra de la fuerza, la unidad y la resiliencia de las mujeres que, a pesar de todo, siguen alzando la voz en busca de un futuro mejor.
