Pasaban pocos minutos de las siete de la mañana del pasado viernes 28 de febrero, cuando lo que parecía una ráfaga de tiros despertó de un sobresalto a los vecinos del centro de Olesa de Montserrat (Barcelona). Sin embargo, en ese momento nadie pudo indicar de dónde procedían los supuestos disparos.
Poco después, un hombre con una fractura en el pie apareció por la puerta de urgencias del Hospital de Martorell (Barcelona).
Visiblemente alterado y con dificultades para poder hablar, el joven relató que, poco antes y en el transcurso de un vuelco (término del argot criminal que se refiere a los asaltos entre organizaciones criminales para robar droga) un amigo suyo había sido ejecutado por un clan rival.
Según su testimonio, el asalto se complicó cuando un miembro del grupo contrario les arrebató el arma de fuego y empezó a disparar a bocajarro.
Él logró huir corriendo del lugar del enfrentamiento. De hecho, fue precisamente durante su huida cuando el testigo se lastimó el pie. Su compañero, sin embargo, no tuvo la misma suerte y quedó gravemente herido, con varias perforaciones en el pecho.
Imagen de archivo del Hospital de Martorell
Despliegue policial
Tras tener conocimiento de los hechos, los Mossos d’Esquadra activaron varias dotaciones del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO), que se desplazaron hasta el lugar donde les indicó el superviviente.
Una vez allí, los agentes, con equipamiento balístico, accedieron al interior de la finca, donde encontraron a la víctima, ya sin vida.
Los interrogantes por resolver
Sin embargo, su sorpresa llegó cuando en el mismo lugar localizaron a tres individuos. Todos ellos, de nacionalidad española, quedaron detenidos in situ como presuntos autores de un delito de homicidio.
Imagen de recurso de la Unidad de Investigación de los Mossos d'Esquadra
En este contexto, la División de Investigación Criminal (DIC) de la Región Policial Metropolitana Sur asumió las riendas del caso, que se mantiene bajo secreto de actuaciones.
Ahora, las pesquisas deberán esclarecer los hechos, así como determinar quién de los detenidos fue quien disparó. Del mismo modo, no queda clara la relación entre los dos grupos (unos de origen español y los otros, marroquís); aunque todos (incluido el herido y un compañero de su clan) quedaron detenidos en el marco de estos hechos.
Asimismo, en el interior de la casa, sita en el centro del pueblo, se encontró una plantación de marihuana que, según los investigadores, era la que querían asaltar a los ladrones.
11 muertes criminales
Este nuevo homicidio, ocurrido durante un narcoasalto en Olesa de Montserrat, aumenta a 11 el número de crímenes ocurridos en Cataluña en lo que va del 2025. El anterior sucedió esa misma semana, cuando se halló el cuerpo de un hombre con evidentes signos de violencia, abandonado en un camino cerca de Roses (Girona).
La cifra podría aumentar a 12 si, finalmente, se confirma que la muerte de Xevi Rincón, en Sant Martí de Llémena (Girona), fue fruto de la agresión con una piedra que sufrió por parte de un vecino de su misma localidad.
Tal y como informó Crónica Global el pasado sábado 18 de enero, Xevi, de 61 años, fue agredido con una piedra de grandes dimensiones en el trascurso de un conflicto relacionado con el derecho de paso a través de un camino.
Tras la agresión, la víctima fue trasladada hasta el citado centro hospitalario en un helicóptero del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), donde ingresó con el rostro destrozado. Falleció semanas después, cuando le dieron el alta en el hospital.
Ambulancias del SEM
Oleada de tiroteos en Cataluña
Asimismo, este asalto con arma de fuego se produjo tras una serie de tiroteos registrados en varias localidades de Cataluña en las últimas semanas.
El pasado 21 de febrero, se vivió un nuevo choque armado entre clanes de origen gitano en el barrio de Sant Roc, en Badalona; y sólo un día después, en Terrassa, un hombre resultó herido de gravedad con dos disparos en la pierna.
La secuencia de hechos continuó el lunes 24, cuando se registró un nuevo enfrentamiento armado en L'Hospitalet de Llobregat. Según pudo saber este digital, un hombre disparó contra otro y huyó por la C-31 hasta que colisionó contra un muro. Por último, en Tàrrega (Lleida) dos individuos se enfrentaron a balazos.
El coche del presunto agresor, tras sufrir un accidente al huir del lugar de los hechos