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El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Martorell ha decidido reabrir la investigación sobre la muerte de Isak Andic, el dueño de la multinacional Mango.

Andic perdió la vida el pasado 14 de diciembre al caer desde más de 100 metros de altura mientras caminaba por un sendero cerca de las cuevas de Salnitre, en Collbató (Barcelona).

Aunque el caso se archivó en enero por la prescripción de los plazos judiciales, en las últimas semanas los Mossos d'Esquadra han realizado nuevas diligencias que han llevado a la magistrada a tomar la decisión de reabrirlo.

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Por ahora, la hipótesis principal sigue siendo la misma: un accidente. El empresario falleció tras caer por un desnivel de 150 metros durante una excursión a las cuevas de Salnitre en Collbató, y no se encuentran pruebas de que se haya cometido un delito.

En el momento del accidente, Andic iba acompañado de su hijo mayor, Jonathan. Ahora, los investigadores han decidido profundizar más en los detalles del suceso, ya que las declaraciones del hijo y único testigo de la caída han mostrado inconsistencias con los hallazgos de la inspección realizada en el lugar.

Los agentes han tomado declaraciones de varias personas que se encontraban en el área en el momento del incidente y han revisado el teléfono móvil de Andic, que quedó destruido tras la caída. Este dispositivo, junto con otros efectos personales del empresario, fue recuperado al día siguiente por los Mossos en la zona.

Una vez que la policía recibió los resultados de la autopsia, elaboró un informe que fue enviado a la jueza, en el cual se desestimaba cualquier indicio de homicidio.

Con este informe, la jueza decidió emitir un auto de sobreseimiento provisional, lo que permitía reabrir el caso en caso de surgir nuevos indicios o solicitudes de investigación.