Cataluña evitará la emergencia por sequía gracias a las lluvias y a las obras por 'agua nueva'

Cataluña evitará la emergencia por sequía. Al menos este año, tras las extensas lluvias de abril previstas por el Meteocat y las obras en pozos, depuradoras y desalinizadoras que acomete la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) y que mantendrán los embalses por encima del 16% de su capacidad.

Lo confirma a este medio la empresa pública que gestiona los recursos hídricos de los que dispone la Generalitat y que abastecen al 92% de los catalanes. Si se cumplen los pronósticos, el sistema de las cuencas internas verá aumentar sus reservas en primavera.

En paralelo, las actuaciones en marcha o a punto de arrancar harán que la red gane 31 hectómetros cúbicos (hm³) al término de 2025. Estos 31 mil millones de litros de agua mantendrán a Cataluña --al menos hasta el próximo año-- lejos del peor estadio de la sequía, en vigor por última vez la pasada primavera.

Cataluña afronta un final de invierno sin lluvias a seis puntos de la excepcionalidad por sequía

Abril lluvioso

Los modelos estacionales confirman que la mayor parte del territorio registrará cantidades de precipitación superiores a la media de los últimos 30 años. La estadística se establece en los 70 litros por metro cuadrado en Girona, 56 en Barcelona, 44 en Tarragona y 41 en Lleida.

"Es muy probable que las lluvias caigan en puntos de captación y que los pantanos puedan crecer", ha avanzado la directora del instituto meteorológico, Sarai Sarroca, este fin de semana. Una tesis que apoyan los técnicos de la ACA, dirigida desde octubre por el ex Aigües de Barcelona Josep Lluís Armenter.

Aunque por el momento no se prevé "ningún episodio fuerte", las precipitaciones del cuarto mes del año no solo serán generalizadas y abundantes, sino que también podrían ser intensas. Ello, en caso de que las altas temperaturas del Mediterráneo reactiven los frentes procedentes del Atlántico, una incógnita aún por despejar.

Día de lluvia en Santa Coloma de Gramenet Lorena Sopêna EUROPA PRESS

31 hm³ más este año

En un contexto en el que los embalses dejarán de ser la fuente principal de agua, la Generalitat acelera proyectos que se quedaron en el cajón por los graves problemas de financiación de la ACA.

Destaca, sobre todo, el aprovechamiento de las aguas del Besòs, que cubrirá cerca de la mitad de los nuevos recursos, aunque también las mejoras en la cuenca del Llobregat.

Estas son las obras que permitirán aportar 31 hm³ de agua antes de acabar el año:

• Potabilizadora de la Trinitat: entre 12 y 15 hm³, 39 millones de euros de inversión (mediados de año).
• Potabilizadora Estrella en Sant Feliu de Llobregat: 800 litros por segundo y 33 millones (finales de año).
• Estación de Regeneración de Agua de Gavà: 350 litros por segundo y 20 millones invertidos (finales de año).
• Nuevos pozos en Sant Joan Despí: 1.300 litros por segundo y 30 millones de euros (finales de año).
• Recuperación de pozos en el Ter Llobregat, Baix Camp, Priorat y Muga: 260 litros por segundo y 19 millones de euros.
• Aprovechamiento de los pozos de Montcada: 100 litros por segundo.
• Desalinizadoras móviles en Roses y Empuriabrava: 90 litros por segundo y 6,6 millones de euros de inversión.
• Incorporación del agua procedente de la riera de Rubí al río Llobregat: 200 litros por segundo y 300.000 euros de inversión.

El objetivo final del Govern es sumar 280 mil millones de litros de agua regenerada o desalinizada hasta 2030 para cubrir el 70% de la demanda. Hoy, este tipo de procesos genera la mitad de los recursos hídricos que consume Cataluña.

La fase de excepcionalidad, una incógnita

La fase de emergencia, según establece el Plan Especial de la Sequía, restringe el consumo a 200 litros por persona y día en un primer estadio, a 180 en un segundo y a 160 litros en un tercero; el gasto medio actual se sitúa en 173.

También reduce el riego agrícola un 80%, un 50% para los ganaderos y un 25% en el sector industrial. Y permite a los ayuntamientos aplicar limitaciones o prohibiciones adicionales en instalaciones deportivas, tanto públicas como privadas.

No obstante, los embalses no caerán por debajo del 16% y Cataluña se librará de estas y otras medidas que decretó el Govern del expresident Pere Aragonès el 1 de febrero de 2024.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en la comparecencia en la que decretó la emergencia por sequía el 1 de febrero de 2024 Lorena Sopena / Europa Press Sau

La Generalitat de Salvador Illa, como mucho, deberá volver a lidiar con las limitaciones de la excepcionalidad, si se cumplen los pronósticos meteorológicos este año.

El nivel de reservas actual, del 31% en las cuencas internas, "da margen durante varios meses para no retroceder al 25%" que marca ese paso atrás desde la fase actual de alerta, agregan técnicos de la ACA.

El semáforo naranja, principalmente, contempla la reducción del 40% del riego de los campos y del 15% en las fábricas. También prohíbe el riego de jardines privados y públicos (a excepción del sistema de supervivencia gota a gota), la limpieza de calles y fachadas con agua potable y el llenado o rellenado de piscinas sin sistema de recirculación del agua.