Alba Vergés, Josep Maria Argimon, el logo de Logaritme y vista de la logística
ERC y Junts taparon indicios de un sabotaje millonario en el ICS
Una lucha de poder en Logaritme, la logística pública, torpedeó los repartos: Miquel Arrufat, jefe económico, 'ocultó' el caso
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ERC y Junts taparon indicios de un presunto sabotaje millonario en el Instituto Catalán de Salud (ICS), la mayor empresa de la Generalitat. Una lucha de poder en la logística pública Logaritme, filial del ICS, la colapsó. El incidente acabó tapado por orden de Miquel Arrufat, jefe económico de todo el grupo sanitario.
Lo han detallado fuentes conocedoras del caso, que explican que el asunto, ocultado durante años desde la época en la que Alba Vergés (ERC) fue consellera de Salud, volverá pronto a la palestra en un juicio por despido del responsable de mantenimiento y exmiembro del comité de empresa.
El pleito laboral repasará, entre otras cosas, el suceso. El exempleado argumentará que se le echó porque había denunciado internamente el vandalismo organizado. La empresa, a su vez, le acusa de acoso.
Lucha de poder en 2017
Los hechos ocurrieron en abril de 2017, cuando el entonces director de Operaciones de Logaritme, Toni Castillejos, fue degradado a una posición de menor grado.
"Se le rebautizó como chief strategy and innovation officer (CSIO), perdiendo las competencias de Operaciones. Quedó como un mero comercial", detallan directivos del ICS.
Tenga relación o no, desde aquel momento se empezó a colapsar parte del sistema de logística sanitaria.
Imagen de un almacén de Logaritme
'Overbooking'
Lo que pasó es que alguien alteró el aprovisionamiento de las máquinas de preparado de pedidos de Logaritme. "Se creó un overbooking, una falsa prioridad de reabastecimiento que alteró la operativa e impidió que se prepararan pedidos como es debido", detallan los mismos altos cargos.
Hubo consecuencias. "Colapso del almacén, no salían los pedidos". Se dejó de servir material a los hospitales públicos. El incidente fue tan grave que, oficialmente, se explicó la carencia de fungibles con la excusa de una huelga inexistente, como publicó entonces Catalunya Press.
Se comunicó al ICS
El colapso se arrastró durante un año largo. Tenga relación o no, en 2019, Castillejos fue restituido como jefe de Operaciones y el suceso quedó solventado.
Tres años después, en 2020, ya con Alba Vergés de consellera de Salud, se informó del presunto sabotaje a Miquel Arrufat, responsable económico del ICS. "Arrufat admitió que eran hechos intolerables", detallan las mismas voces.
En paralelo, también fue informado Albert Tarrats, entonces gerente de la logística.
Nadie hace nada
Pero nadie hizo nada. No se activó ninguna investigación interna ni se auditó la crisis de 2017, pese a que había costado "miles de euros".
"En el ICS no se hizo nada, pese al daño que se le causó a Logaritme y, por ende, a todo el sistema sanitario catalán", insisten las mismas fuentes.
El sabotaje de 2017 se perdió en la historia, pese a que la información llegó a la cúpula del ICS con Vergés de consellera, primero, y con Josep Maria Argimon (Junts) después. Nadie investigó.
Una caja de un pedido en Logaritme
Qué hizo Miquel Arrufat
Ahora, ocho años después del supuesto vandalismo interno, el suceso volverá a la palestra en el pleito laboral por el exjefe de almacén.
Resultado aparte, el procedimiento ofrecerá una oportunidad para que se explique cómo actuó Miquel Arrufat, que a día de hoy sigue siendo director de Gestión del ICS y presidente del consejo de administración de Logaritme.
Otras polémicas
Se responda a esa pregunta o no, la controversia se suma a otras en esta logística pública, como la venta de seguros privados a la plantilla, que le terminó costando la cabeza a Tarrats. Éste es ahora gerente de Clínica Girona. O la gestión del material antivirus comprado en pandemia, como detalló este medio.
Otras fuentes defienden las bondades de Logaritme, aduciendo que "genera sinergias entre hospitales" y "libera espacios en los centros sanitarios". Eso sí, siempre que se arreglen los vacíos en la operativa. El presunto sabotaje de 2017 es uno más en este sentido, aunque de grandes dimensiones.
Este artículo se ha elaborado sin la versión del ICS, que ha rehusado aportarla.
