El refrán catalán que predice el tiempo: Santa Eulalia y el vino del futuro

Cataluña es una tierra que siempre mira al cielo. No es por el miedo a la muerte ni por sus aires de gloria, sino por su preocupación por el tiempo. Algo que se refleja hasta en los refranes.

A pesar de que los periodos de sequía extrema son más frecuentes en los últimos años, el temor a la lluvia en algunas zonas es importante. Solo hace falta ver Barcelona un día de lluvia: equivale a caos de tráfico y cancelación de planes entre amigos.

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El fenómeno del tiempo

Todo eso hace que la información meteorológica sea algo más que importante. Más de un presentador de la sección de El temps de TV3 se ha convertido en figura mediática por no decir famosa. Ejemplos claros son Alfred Rodríguez Picó, Francesc Mauri o el mismo Tomás Molina, que incluso es imitado.

Luego están los dichos populares. Uno de los más conocidos es el de la Candelaria, que es casi como el día de la marmota catalán. Ese día, el 2 de febrero, el catalán mira al cielo y tira de dicho popular para saber cuánto le queda al frío. 

La Candelaria

El refrán asegura que “Si la Candelera plora, l'hivern és fora; si la Candelera riu, l'hivern és viu”, es decir su ese dia, “la Candelaria llora”, es decir, si llueve, “el invierno está fuera”, se va, le queda poco. En cambio, “si la Candelaria ríe”, lo que vendría a significar que hace un día soleado, implica que “el invierno está vivo”, tiene cuerda para rato.

Pero hay muchos más. También otro de febrero. En este caso, el dicho junta predicción meteorológica con económica. Y, una vez más, un santo vuelve a estar implicado. Bueno, una santa.

El refrán de Santa Eulalia

Dice la tradición catalana que "Santa Eulàlia assolellada, collita de vi assegurada". Su traducción literal, es bastante clara: "Santa Eulalia soleada, cosecha de vino asegurada”. De nuevo, una santa y la meteorología se usan para predecir el futuro.

Sea cierto o no, los viticultores siempre están atentos al cielo el 12 de febrero. La tradición, la costumbre o la creencia asegura que si el día de Santa Eulalia es soleado, se espera que las condiciones meteorológicas en los meses siguientes sean favorables para el crecimiento de la vid, garantizando una buena cosecha de uva y, por extensión, de vino. Por el contrario, si el 12 de febrero es lluvioso o nublado, la tradición indica que el año agrícola podría traer dificultades.

¿Qué pasa con la cosecha?

La relación entre el tiempo en fechas concretas y las cosechas futuras es una cuestión cada vez más incierta en un contexto de cambio climático. El aumento de las temperaturas y la mayor irregularidad de las precipitaciones están afectando a la producción vinícola en toda Cataluña. Las vendimias se adelantan, las variedades de uva deben adaptarse a nuevas condiciones y los productores se enfrentan a desafíos inéditos.

Aunque en la actualidad la predicción del clima cuenta con sofisticados modelos meteorológicos, refranes como el de Santa Eulalia siguen presentes en la cultura popular y son citados en el mundo del vino. De hecho, algunos eventos vinícolas han hecho referencia a este dicho para resaltar la importancia del clima en la producción de vino.

La misma santa aparece por La Mercè de Barcelona

Por último, destacar que Santa Eulalia es una de las santas más importantes de Cataluña. Durante años, fue la patrona de la ciudad de Barcelona y parece que también actúa en consecuencia el día de la Mercè, la nueva santa de la capital catalana. Hay quien asegura que si el 24 de septiembre, festividad de la Virgen de la Merced, llueve, es porque la antigua patrona, Santa Eulalia llora.