Pueblo de Sant Romà, en el pantano de Sau

Pueblo de Sant Romà, en el pantano de Sau Lorena Sopêna / Europa Press

Vida

La ACA da un paso más en el aprovechamiento de las aguas del pantano de Sau

La empresa pública construirá una nueva compuerta para trasvasar agua al embalse de Susqueda y evitar que se eche a perder

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La Agència Catalana de l'Aigua (ACA) tiene programada la construcción de un nuevo punto de desembalse en el conocido pantano de Sau, en Vilanova de Sau, Barcelona. Este dará más opciones a los técnicos para seleccionar mejor el agua que derivar a Susqueda (Osor, Girona).

El objetivo, aprovechar al máximo los recursos de estos dos enclaves. La sequía que vive Cataluña lo hace imperativo.

Las reservas se reducen décima a décima cada día, con embalses en un estado precario. El 5,8% de llenado actual en Sau, además de mostrar los cimientos de la famosa iglesia del antiguo poblado, obligan a acometer una gestión quirúrgica de sus reservas.

Así funciona el pantano de Sau

La empresa pública ha sacado a licitación la redacción del proyecto de una nueva compuerta a una altura de la presa en la que no hay ninguna.

El enclave cuenta con tres ventanas de desguace. Una en la central hidroeléctrica, a 384 metros sobre el nivel del mar, y otras dos en el "medio fondo" y en el fondo, a 360 metros. Pero ninguna que libere el agua a media altura.

Una de las sondas acuáticas usadas para analizar la calidad del agua en el pantano de Sau (Vilanova de Sau)

Una de las sondas acuáticas usadas para analizar la calidad del agua en el pantano de Sau (Vilanova de Sau) Generalitat de Catalunya

"Cuando falta agua y el nivel baja a una cierta cota, esta empieza a tener problemas de calidad, sobre todo en verano", explican fuentes de la empresa pública. Esta hace un análisis diario del amonio, oxígeno, nitratos, fosfatos y otros tantos componentes que pueden echar a perder la poca cantidad que queda.

Y para evitarlo, se mantienen trasvases diarios al embalse de Susqueda. Su amplia capacidad (233 hectómetros cúbicos, el doble que Sau) garantiza una mayor calidad y facilita las tareas de potabilización del agua antes de inyectarla en la red, de la que dependen seis millones de catalanes.

Cuatro posibilidades

La licitación contempla un presupuesto base de 57.632 euros y anima a las empresas especializadas en ingeniería a presentar varias opciones.

Por un lado, la instalación de un sistema de captación flotante regulable que permita recoger el agua más próxima a la superficie. Aunque podría no tener la capacidad suficiente para cumplir el objetivo, la liberación de entre 4 y 5 metros cúbicos por segundo.

Vista general del Pantano de Sau el 14 de mayo de 2024 tras semanas de lluvias

Vista general del Pantano de Sau el 14 de mayo de 2024 tras semanas de lluvias EFE / Siu Wu

Por otro, una bomba flotante que conecte la superficie con las cañerías de medio fondo, algo más complejo en lo técnico y que precisa de mayor esfuerzo energético. Una tercera posibilidad incluye la combinación de ambas, tampoco exenta de dificultades.

El proyecto también señala la construcción de una nueva torre de captación, "más modesta que la de la central hidroeléctrica" pero con cinco ventanas a distintos niveles.

Siete meses

La ACA estudiará el rendimiento y la documentación ambiental de las distintas propuestas pasados siete meses antes de decidirse por una y licitar las obras.

La ganadora será la que presente "mejor relación calidad precio porque, dada la naturaleza de los trabajos a realizar, el precio no puede ser el único factor a tener en cuenta", agregan los técnicos.

Josep Lluís Armenter, director del ACA, en una imagen de archivo

Josep Lluís Armenter, director del ACA, en una imagen de archivo David Zorrakino / Europa Press

Estado de la sequía

Un proyecto que echa a andar cuando las cuencas internas se encuentran al 31,5%. Su red más importante, la del Ter Llobregat, tiene un llenado del 33,2%. Es decir, algo más de ocho puntos antes de volver a la excepcionalidad y a sus restricciones, algo previsto para finales de primavera.

En peor situación se encuentra el extremo norte de Girona. La Generalitat declaró la emergencia por falta de agua en 22 municipios del Alt Empordà, los que dependen del acuífero del Fluvià Muga, por debajo del 16%.