La cadena Sabores Express, con presencia en Barcelona y Madrid, está en el ojo del huracán. Una investigación de la policía argentina ha destapado irregularidades laborales, evasión de impuestos y tenencia de armas en los locales de la marca en Buenos Aires.
Las indagaciones han destapado que empleaba en negro a 257 trabajadores, tenía tres cajas fuertes con 400 millones de pesos argentinos y 13.000 dólares no declarados y poseía un variado arsenal de armas, como revólveres y pistolas, además de munición.
El cuerpo de la Policía Federal Argentina ya investiga en profundidad la contabilidad de la empresa, las condiciones de los empleados y los ordenadores hallados en las oficinas, para dilucidar qué clase de delitos han cometido los empresarios detrás de este boyante negocio. Al parecer, la empresa creaba falsas franquicias a nombre de trabajadores de la entidad, y organizaba la actividad delictiva a través de esas entidades.
El escándalo no ha saltado a los locales de la firma en España, aunque los empresarios detrás del proyecto son los mismos. De hecho, en sus tiendas se jactan de ser "las empanadas más vendidas de Argentina".
Esta empresa ha abierto más de 30 locales de empanadas por todo el país en poco más de un año, un proceso de inusitada expansión que ha generado "recelo" entre sus competidores. “No nos cuadra el precio de venta del producto y el ritmo de expansión que han seguido”, expresa a este medio un reconocido empresario del sector.
"Todos los que nos dedicamos a esto sabemos cuánto cuesta hacer una empanada y cuál es el margen de beneficio. Por ello, nos extraña el precio que ponen y su agresivo plan de expansión", reconocen las mismas voces, que prefieren mantener el anonimato.
Agresiva expansión
En poco más de un año, la compañía ha abierto 31 puntos de venta en España y ha puesto en marcha una fábrica en la que ha invertido millones de euros. En Barcelona, tienen dos tiendas en Sants, otra en Terrassa y otra en Badalona. Las demás 27 tiendas del grupo se ubican en Madrid.
De hecho, la firma planea una expansión que le permita alcanzar los 100 locales en el próximo año. Su ventaja competitiva es que su producto es más barato que el de la competencia: una unidad cuesta 1,5 euros; y una docena, 15.
Fiebre de empanadas
Desde que en 2013 la cadena barcelonesa Las Muns abriera un primer local de empanadas argentinas en Barcelona, la fiebre de franquicias se ha disparado.
La larga lista de la que forma parte Sabores Express está encabezada por Tío Bigotes, con 24 ubicaciones; y le sigue la mencionada Las Muns, con 20. Tras ambas se sitúan Empanada Club, con 14; La Fábrica, con ocho; I Love Empanada, también con ocho; y Malvón, con siete. El resto de tiendas de empanadas son pequeños locales regentados por particulares.
'Guerra' en el mercado
Algunos de estos operadores vivieron una suerte de drama shakespeariano en sus inicios en España. Los supuestos malos tratos de la cadena de empanadas Tío Bigotes a sus franquiciados desencadenó una escisión en el seno de la empresa. De aquella cadena surgieron dos nuevos negocios, Empanada Club y I Love Empanada.
En 2021, vecinos de diversos barrios de Barcelona se sorprendieron al observar que, de la noche a la mañana, los locales de Tío Bigotes se habían transformado en negocios de Empanada Club, pero tenían el mismo producto, la misma decoración y los mismos trabajadores.
Burbuja alimentada por la inmigración argentina
Pero en Barcelona esta burbuja ya se ha cobrado su primera víctima: Las Muns, que se vio obligada a acudir a un expediente de regulación temporal de empleo entre mayo y septiembre en sus tiendas propias.
Los agresivos planes de expansión de estas marcas se justifican por el repunte de la inmigración argentina en Barcelona y en Madrid. Según el consulado del país sudamericano, medio millón de argentinos viven en España.