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El pasado sábado, el derbi de Osona entre el CP Voltregà y el Vic, de la máxima división española de hockey patines (OK Liga), quedó manchado por la agresión de un aficionado local a Oriol Vives, jugador visitantes, a poco más de un minuto para la finalización del encuentro.



En un primer término, el público presente en la pista de Sant Hipòlit de Voltrega y los espectadores de la señal en streaming entendieron que el golpe y posterior mareo del jugador tenía su origen en una disputa con un deportista de los locales.

Posteriormente, con el visionado de las imágenes a cámara lenta, se pudo comprobar cómo la agresión a Vives fue perpetrada por un hombre situado en la zona de la afición más radical del CP Voltregà.

Acciones legales contra el agresor 

Al finalizar el partido, Oriol Vives pudo salir de las instalaciones por su propio pie e ir a un centro hospitalario para hacer la correspondiente revisión y cursar el parte de lesiones. En este sentido, tanto el jugador como el Vic no descartan presentar una denuncia contra el aficionado



Por su parte, pocas horas más tarde de los hechos, el CP Voltregà emitió un comunicado para explicar que se había identificado al agresor como una persona que no es socio del club.



En declaraciones a Catalunya Ràdio, el vicepresidente de la entidad, Andreu Caritg ha confirmado que la junta directiva estudia la posibilidad de emprender acciones legales contra el agresor, ya sea una iniciativa propia o conjunta con Vives, y a la vez se va a pedir a la Federación Española de Patinaje que la persona en cuestión no pueda acceder a ningún recinto dónde se dispute un partido de la OK Liga. 

Reacción conjunta de todos los capitanes de la OK Liga 

Los hechos sucedidos el fin de semana también han provocado la reacción del conjunto de jugadores de la competición. En un comunicado, los capitanes del Alcoy, Alpicat, Calafell, Caldes, Vilafranca, Igualada, FC Barcelona, Liceo, Sant Just, Lleida, Noia, Reus, Vic y el mismo Voltregà han expresado su solidaridad hacia Vives y, a la vez, han pedido a la Federación que tenga una respuesta “acorde a los acontecimientos”. 

Esta no es la primera polémica de la temporada en Sant Hipòlit. A mediados de noviembre, después de un partido entre el Voltregà y el Noia, el coche de Humberto Mendes, jugador del conjunto de Sant Sadurní d’Anoia, apareció con las cuatro ruedas pinchadas. 



En diciembre del año pasado, durante un partido entre los locales y el Liceo de La Coruña, el equipo gallego se retiró unos minutos de la pista por unos presuntos insultos racistas al jugador argentino Fran Torres. Antes de dicha acción, el Liceo denunció lanzamientos de monedas y “varios intentos de agresión” por parte de los aficionados locales.

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