Cuatrecasas y Garrigues defenderán a Netflix en la batalla legal contra Rosa Peral
- Dos de los despachos de abogados más importantes del país representarán a Netflix y a la productora de la serie ‘El Cuerpo en Llamas’
- Más información: Rosa Peral reclama una indemnización de 30 millones a Netflix
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El litigio de Rosa Peral contra Netflix y Arcadia Motion Pictures por una presunta vulneración de los derechos al honor avanza viento en popa. Después de que el Juzgado de Instrucción 1 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) estimase la última demanda de la condenada por el crimen de la Guardia Urbana, las partes demandadas han respondido con sus escritos. Según ha podido saber Crónica Global, los despachos Garrigues y Cuatrecasas han sido los elegidos por ambas plataformas para enfrentarse a la defensa de Peral.
Garrigues defenderá a Netflix y Cuatrecasas a la productora Arcadia Motion Pictures, la creadora de la serie El cuerpo en llamas (la ficción que se basa en el crimen perpetrado por Rosa Peral y Albert López).
Ambos despachos --de prestigio nacional e internacional--, se encararán con la mediática abogada de la condenada, la letrada feminista y especializada en Derechos Humanos Núria González. Será en un proceso judicial donde se denuncia que la serie vulneró los derechos al honor, la intimidad y la propia imagen de la condenada y de su hija mayor.
Peral reclama 30 millones de euros
Es por ello que la defensa de Peral les reclama una indemnización de 29,26 millones de euros por los daños morales causados con la emisión de El Cuerpo en llamas. El grueso (26,6 millones) irían destinados a la hija mayor de Rosa (menor de edad todavía).
El resto (dos millones) para la exagente de la Guardia Urbana de Barcelona. Peral cumple una condena de 25 años de prisión por asesinar, junto con Albert López, a quien era su pareja en mayo de 2017, Pedro Rodríguez. Todos ellos agentes del mismo cuerpo policial.
Garrigues y Cuatrecasas
Garrigues y Cuatrecasas son dos de los despachos con mayor prestigio de España, con influencia a nivel internacional. Ambos, además, tienen en común su implicación en los casos empresariales más relevantes y mediáticos de las últimas décadas.
Garrigues, fundado en Madrid en 1941, tiene presencia en más de 13 países y es reconocida la prestación de servicios legales, especialmente en derecho fiscal, corporativo y mercantil. Este despacho asesoró a Bankia en su salida a bolsa en 2011, una operación que fue posteriormente investigada por irregularidades financieras. Aunque polémico, el caso marcó un hito en el sector financiero español.
Por su lado, Cuatrecasas nació en Barcelona en 1917 y se ha convertido en uno de los despachos más destacados en España y América Latina. Con más de un siglo de trayectoria, se ha consolidado como una firma de referencia en derecho empresarial, ofreciendo servicios en áreas como fusiones y adquisiciones, fiscalidad, litigios y derecho laboral.
Rosa nunca dio su consentimiento
Ambos despachos deberán defender a Netflix y a Arcadia Motion de las acusaciones de González. La más importante de ellas es que su clienta "nunca fue informada de la realización de la serie". Tampoco de la aparición de su hija mayor, "que es completamente identificable". De saberlo, añade la letrada, "nunca hubiese dado su consentimiento".
Al margen del tiempo de aparición, González hace referencia a las acciones que se le atribuyen al personaje de la niña, haciendo creer al espectador que la menor fue la principal prueba de cargo en el juicio contra su madre. "Algo que es totalmente falso, ya que la menor nunca participó en el procedimiento real", explica.
"Más allá de los hechos probados"
En concreto, se refieren a lo que se explica en el capítulo 7, cuando el personaje de la hija de Rosa cuenta a su padre que ha visto a su madre llena de sangre. Este hecho se desprende de una supuesta declaración que hizo la menor a su madrastra, "relato que específicamente se inadmitió como prueba por el tribunal, pero que se da como cierto durante todo el transcurso de la serie", se matiza en la demanda.
Por todo ello, la demanda recoge que la serie va más allá de los hechos probados en la sentencia, "lo que podría socavar su derecho a la intimidad, honor y su propia imagen". Es más, se recogen más de 30 apariciones en las que se ofrece un contenido sesgado de la realidad o, directamente, inventado.