Los embalses de Cataluña, como los vasos, pueden verse medio llenos o medio vacíos en función del optimismo o el pesimismo del ojo que los observa. El nivel de los pantanos ha crecido seis puntos gracias a las lluvias de las últimas dos semanas, pero están a un tercio de su capacidad; esto es, sigue la alerta por sequía.
Los datos más recientes de la Agencia Catalana del Agua (ACA) indican que los nueve pantanos de las cuencas internas han ganado 10.000 millones de litros en el último día. De este modo, los embalses escalan hasta el 33,8%, con 228 hectómetros cúbicos (228.000 millones de litros). Hay reservas para seis meses sin riesgo de restricciones.
Sau se acerca al 30%
El pantano de Foix (Alt Penedès, Barcelona), el más pequeño de los nueve, sigue a rebosar una jornada más: está al 100,5% de su capacidad, con 3,75 hectómetros cúbicos de agua. Por el contrario, el embalse de Siurana (Priorat, Tarragona) es el más vacío a pesar de la remontada de las fechas recientes: se encuentra al 6,7%.
Por su parte, el icónico pantano de Sau (Osona, Barcelona) se acerca al 30% de su capacidad (29,8%) con 48.000 millones de litros después de alcanzar mínimos del 5% a principios de año. Y su vecino embalse de Susqueda (La Selva, Girona) se encuentra en el 26,8% con 62.000 millones de litros.
Riudecanyes sigue su escalada
Uno de los embalses más beneficiados por las lluvias es el de Riudecanyes (Baix Camp, Tarragona), pues en dos semanas ha pasado de estar seco a situarse en el 16,25%, con 0,8 hectómetros cúbicos. Mientras, el pantano de la Baells (Berguedà, Barcelona) está al 57,36% de su capacidad.
El sistema Ter-Llobregat
Por lo que respecta a los cinco embalses del sistema Ter-Llobregat, que abastecen a Barcelona y su área metropolitana y a Girona y su entorno (unos seis millones de catalanes), se acercan al 35% de su capacidad.
Se trata de los pantanos de Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç, que casi doblan la cantidad de agua que contenían hace un año.