El restaurante del Ateneu tenía las cámaras apagadas cuando le lanzaron un cóctel molotov
La institución lleva tiempo queriendo echar a la familia turca que regenta el negocio
El restaurante del Ateneu Barcelonès tenía las cámaras apagadas cuando recibió el lanzamiento de un cóctel molotov esta madrugada. ATN, el local de restauración, no tiene imágenes del incidente, que ha calcinado "parte del local". Ahora, se está intentando recabar la videovigilancia del local situado delante.
Lo han detallado fuentes conocedoras del incidente, que ha avanzado Ara, y que está bajo investigación por parte de los Mossos d'Esquadra. Según estas voces, las cámaras de seguridad de ATN "no tienen ninguna imagen porque no grababan".
A partir de aquí, hay dos teorías: o que alguien la hubiera apagado adrede o que sus dueños impagaran el servicio y, por ello, la empresa las hubiera desactivado.
"Rescisión de contrato"
De hecho, la tesis del impago cobra fuerza porque lo gestores del negocio, "una familia turca con apenas un puñado de negocios en Barcelona, muy pocos", tenía también problemas con la propiedad del local, que es el propio Ateneu.
De hecho, la entidad que preside Isona Passola lleva tiempo "queriendo echar a los inquilinos por problemáticos", han insistido las mismas voces. De momento no lo habrían conseguido.
"Alejados de la comunidad turca"
A su vez, fuentes del sector de la restauración han recordado que los propietarios, unos cuñados, "apenas participan en el ecosistema local" del país de Anatolia, que cuenta con clásicos como Luna de Estambul o Ancora, situado en el Mercado de La Boqueria y en franco crecimiento.
Por contra, los discretos empresarios regentan un pequeño portafolio de comercios en Poblenou, la propia Ciutat Vella y Les Corts.
El conserje dio la alarma
Según ha precisado Metrópoli, ha sido el conserje del Ateneu quien ha dado la voz de alarma ante el humo que salía del local. Ha sido después de la rotura del cristal y lanzamiento de una botella con líquido inflamable al interior.
El acto vandálico es el segundo que recibe el negocio tras un ataque con heces un tiempo atrás.