A la gran mayoría de los estudiantes de segundo de bachillerato de Cataluña les quedan ocho meses para enfrentarse a la selectividad, el examen de cuya nota depende el acceso al grado universitario que quieran cursar. Sin embargo, pasado ya un mes desde el inicio del curso, ni ellos, ni sus profesores, conocen cómo serán esas pruebas.
Desde que el pasado 11 de julio el Gobierno de Pedro Sánchez aprobara el Real Decreto para la nueva selectividad, que pretende unificar criterios y sentar una normativa básica para todas las comunidades, la conselleria de Educación de la Generalitat, que ahora encabeza la socialista Esther Niubó, ha tenido tres meses para informar de los cambios en la tipología de los ejercicios, los contenidos y los criterios de evaluación de cada materia.
Los modelos de examen aún no se han publicado, así como tampoco se han comunicado todas las actualizaciones que se van a aplicar. La situación ha causado la inquietud de la comunidad educativa, especialmente entre el alumnado. Si habitualmente los jóvenes ya se enfrentan a la selectividad con nerviosismo, ahora también lo hacen desorientados y con gran desconocimiento.
Los estudiantes, ante la inseguridad
“Sufro mucha inquietud; al no saber como serán los exámenes no nos podemos preparar”, lamenta Marc, alumno de segundo de bachillerato de un instituto de Barcelona, en declaraciones a Crónica Global. Ni siquiera pueden seguir con las evaluaciones de manera habitual, pues, explica, sus profesores suelen copiar el formato de selectividad para ir familiarizando al estudiantado a la tipología de ejercicios; “pero, claro, ahora no se puede hacer eso”, reconoce Núria, compañera de clase del chico.
“Segundo de bachillerato se enfoca completamente a preparar la selectividad y, así, no se puede”, sentencia la portavoz del sindicato de profesores USTEC, Iolanda Segura, consultada por este medio. Y advierte que “cualquier atraso perjudica al alumnado”.
El disgusto estudiantil movilizó a más de 400 estudiantes de bachillerato, según el recuento de la Guardia Urbana, este pasado viernes ante el Palau de la Generalitat, en Barcelona, para exigir la publicación de los modelos de examen con soflamas como “estamos estudiando para un examen que no existe”. Con menos seguimiento que en la capital catalana, la huelga convocada por el Sindicat d’Estudiants se replicó en Tarragona, Lleida, y otro medio centenar de ciudades del resto de España.
Los profesores, escépticos
Después de que el Departament d’Educació se haya reunido ya con los profesores de algunas de las asignaturas para trasladarles las novedades, dudan de si el objetivo del Gobierno para adaptar la tipología de examen al modelo de enseñanza actual va a terminar complicando la tarea para los estudiantes.
“Los cambios van en dirección a que sea una prueba más competencial”, desgrana Joan Cortés, tutor de un grupo de segundo de bachillerato de un instituto de Badalona, sobre las intenciones de la Generalitat. “Pero, si no hay una base teórica, ¿qué conceptos van a aplicar y relacionar entre sí?”, se pregunta.
Y pone el ejemplo de la prueba de Historia de España, en la que los aspirantes universitarios deberán “relacionar cuestiones históricas con la actualidad”. Sobre ello, plantea la realidad de que muchos adolescentes no tienen el suficiente contexto sobre el presente como para poder resolver el ejercicio con holgura, por lo que muchos deberían dedicar más tiempo de estudio para informarse de ello. Además, añade Cortés, con este tipo de preguntas tan abiertas “se depende mucho del corrector”, generando desigualdad entre los examinados.
No conocen el temario evaluable
“El contenido de algunas materias lo han cambiado mucho”, asegura Cortés, y, como esto lo han sabido una vez ha empezado el curso, algunos profesores habían dado temario que finalmente no será evaluable. Le ha ocurrido a Núria en su clase de historia: “El otro día nos dieron un tema y luego, en la reunión con la conselleria, justo les contaron que era una de las cosas que no entraría, de modo que hemos perdido el tiempo”.
Por el momento, una de las asignaturas que más revuelo ha generado es precisamente Historia de España, una materia obligatoria en segundo de bachillerato de la que los estudiantes pueden prescindir en selectividad si optan por evaluarse de Historia de la Filosofía. “Antes, solo te tenías que estudiar la mitad del temario porque había dos opciones de examen, y elegías la que te sabías, pero este año no se puede escoger, por lo que hay que estudiar el doble”, detalla Núria.
La misma estudiante relata que, como alumnos, ven también la incertidumbre entre sus profesores por la falta de información: “Les vemos estresados porque ellos tampoco saben qué temario nos tienen que dar”. “Todos estamos muy nerviosos”, asegura.
Los modelos se publicarán “a finales de mes”
Ante las protestas estudiantiles, la coordinadora de las PAU en Cataluña, Pilar Gómez, explicó este viernes que los nuevos modelos de examen se darán a conocer a lo largo de este octubre. Se publicarán paulatinamente en la web del Canal Universitats, y confía en que "a finales" de mes ya estén disponibles los de las 35 materias.
El Sindicat d’Estudiants, descontento con la respuesta institucional, ha amenazado con convocar una nueva huelga el próximo viernes, 18 de octubre, si este lunes no se han publicado los modelos de examen. "Si no se publica vamos a volver a la huelga y si tienen que estar todo el fin de semana trabajando, que estén todo el fin de semana trabajando", sentenció la secretaria general del sindicato, Coral Latorre, ante los medios de comunicación durante la manifestación del viernes en Madrid.