El Constitucional sanciona a un abogado catalán por citar sentencias falsas

El Tribunal Constitucional (TC) ha sancionado a un abogado colegiado en Barcelona por faltar el respeto a los ponentes de la Sala Primera, al haber entregado un recurso de amparo donde citaba pasajes de hasta 19 sentencias falsas, supuestamente emitidas por el propio TC.

Según ha informado la corte de garantías, los seis magistrados que forman la Sala Primera han acordado por unanimidad imponerle una "sanción de apercibimiento", por haberse acreditado que "faltó por escrito el respeto debido" a los propios magistrados y al TC. Al tiempo que han dado traslado de su decisión al Colegio de Abogados de Barcelona, al que pertenece el letrado, a los efectos disciplinarios que correspondan.

Todas las citas eran falsas

Como se motiva en el Acuerdo (que es el formato que ha de llevar esta clase de decisiones), una vez que la Sección Segunda del Tribunal Constitucional verificó que las citas de doctrina eran todas irreales, procedió a rechazarlo.

Sin embargo, como también se vertían citas falsas en la demanda de amparo, se dio traslado a la Sala Primera. Por providencia se acordó en mayo la apertura de procedimiento sancionador contra el abogado firmante de la demanda por la posible comisión de la falta profesional.

La justificación del abogado

El abogado, por su parte, alegó que la base de datos con jurisprudencia que había preparado para ese asunto se le desconfiguró, pero el TC rechazó esta justificación. "No solo porque no se aporta la base de datos ni se intenta probar la veracidad de lo alegado, sino, sobre todo, porque fuera cual fuese la causa de la inclusión de citas irreales el letrado es siempre responsable de revisar exhaustivamente todo el contenido de este y de cualquier escrito que presente en un proceso constitucional", justifica el Acuerdo.

Por ello, a continuación, el abogado habría corregido en su caso lo mal hecho, antes de su envío al procurador para su presentación en el registro general de este Tribunal.

La menos sanción posible

Así, el Acuerdo considera que se ha constatado la falta del debido respeto a los magistrados de la Sala Primera y al Tribunal como institución, "no en forma de insultos o descalificaciones expresas, pero sí con claro desprecio de la función jurisdiccional que estos desempeñan".

Pese a todo, la Sala Primera se decanta por la menor sanción posible, la de apercibimiento (que equivale a una advertencia), "dada la falta de antecedentes del letrado" y porque "la gravedad de su conducta queda atemperada por la imposibilidad de que pudieran surtir efecto las citas irreales de cara a la admisión y, en su caso, estimación de la demanda de amparo".