Se busca al principal sospechoso del crimen del bar de Montcada: tuvo un altercado con la víctima dos semanas antes

A pesar de que el principal sospechoso se encuentra en paradero desconocido desde el día de la agresión, en Can Sant Joan la autoría es un secreto a voces. También su actual escondite, pues se le ubica en casa de unos familiares en la provincia de Córdoba. No obstante, la media decena de testigos que se encontraban ese domingo en el Café Bar de Paco se niegan a señalarlo: “Se trata de individuos con múltiples antecedentes, con estancias intermitentes en prisión. La ley del silencio se impone a la verdad”, han asegurado voces vecinales a Crónica Global.

Los testigos no quieren verse implicados

En la misma línea, las fuentes policiales consultadas admiten que la investigación ya está encaminada, pero que “se necesitan más pruebas”. “La declaración de alguno de los testigos sería clave”, aseguran. Pese a ello, “estos procedimientos son complejos”, añaden. En especial, cuando los testigos son del entorno o tienen deudas pendientes con la justicia, “no quieren verse implicados” y, por lo tanto, demostrar la autoría se complica con creces. 

Sin embargo, la víctima ya se lo confesó a sus familiares antes de fallecer. Una de las sobrinas de Paco Pérez ha explicado a esta redacción que su tío le indicó con nombre y apellidos quién había sido su agresor. Sin embargo, la joven no tiene constancia de si su tío estuvo a tiempo de informar de ello, a través de los canales oficiales, a los investigadores de los Mossos d’Esquadra.

Francisco Pérez, de 70 años, en una imagen cedida por la familia Cedida

Y es que la víctima abandonó su bar aún consciente. Fue días más tarde cuando la lesión empeoró, falleciendo en el hospital. Desde entonces la familia, acompañada de decenas de vecinos de Can Sant Joan, clama justicia para Paco, así como un barrio más seguro. Una zona que, según fuentes policiales, “aglutina a muchos delincuentes, personas problemáticas, como el presunto autor del crimen, que generan mucho conflicto”.

No obstante, para los familiares del fallecido son culpables tanto quien empuñó la botella como quienes lo vieron y ahora callan. Esperan que la justicia sea implacable y que la muerte de su querido Paco no quede impune.

No era la primera vez

Además, no era la primera vez. Las mismas voces señalan que el principal sospechoso ya protagonizó un altercado similar en el mismo Café Bar Atlético San Juan semanas antes del crimen. Según fuentes policiales, que corroboran la versión de los familiares y vecinos de Paco, el sujeto en cuestión discutió con la víctima cuando éste se negó a seguir sirviéndole alcohol, dado su visible estado de embriaguez.

En dicha ocasión, la discusión no pasó a mayores y el sospechoso no superó la barrera de las amenazas. Coacciones que cumplió la madrugada del 28 de julio cuando, por el mismo motivo, partió una botella de cristal en la cabeza de Paco, que cayó fulminado en el suelo de su bar. Aunque la víctima retomó la conciencia y pudo hablar con el primer binomio de la Policía Local que se personó hasta el número 14 de la calle Mina de Montcada i Reixac, el golpe le dejó adormecido durante horas.

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra EUROPA PRESS

Las fuentes policiales reconocen que el principal sospechoso es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad, y que no tiene actividad laboral conocida.

La familia se moviliza 

Desde entonces, el supuesto agresor ha desaparecido del barrio y del municipio. Su familia, sin embargo, permanece en la ciudad del extrarradio barcelonés. Presencia que incomoda a los familiares y amigos de Paco pero, según las voces consultadas, “se están manteniendo al margen del conflicto”. No obstante, el patriarca del clan del sospechoso ya se ha dejado ver por Can Sant Joan, aseguran las mismas fuentes.

Con todo, ya han pasado más de 15 días desde que Paco recibió el botellazo que acabó con su vida. Quince días de larga agonía para la familia y los amigos del fallecido que tuvieron que presenciar como su familiar se apagaba lentamente tras el brutal ataque del cliente conflictivo.

A pesar de que los Mossos declinan ampliar la información, para no entorpecer los avances de la investigación, parece más que evidente que el barrio ya tiene un culpable. “Sólo esperamos que lo detengan cuanto antes”. Hasta entonces, los familiares y amigos de Paco no se cansarán de protestar ante las puertas del Café Bar para que los investigadores den con el paradero exacto del homicida de este conocido vecino de Can Sant Joan.