El tabaco calentado ha ganado popularidad en los últimos años en España como una alternativa a los cigarrillos tradicionales. Este producto ofrece una experiencia similar a la convencional, la de fumar, pero con una reducción significativa de las sustancias tóxicas generadas. Esto es todo lo que debes saber respecto al tabaco calentado.
Qué es el tabaco calentado y cómo funciona
El tabaco calentado se refiere a un tipo de producto que utiliza un dispositivo electrónico para calentar el tabaco a temperaturas más bajas que los cigarrillos convencionales, evitando así la combustión. Estos dispositivos calientan el tabaco a aproximadamente 350 °C y siempre por debajo de los 400º C, según informa el Ministerio de Sanidad.
Este producto imita el comportamiento de fumar de los cigarrillos tradicionales mediante el uso de dispositivos electrónicos, que constan de una batería, un software de control de calentamiento y una fuente de calor.
Los dispositivos consisten en una unidad que contiene una fuente de calor eléctrica y un producto de tabaco especialmente diseñada. Al activarse, la fuente de calor calienta el producto, liberando un aerosol que contiene nicotina y otros compuestos sin llegar a quemar el tabaco. Esta tecnología promete reducir significativamente la cantidad de sustancias tóxicas y carcinógenas producidas.
Ventajas del tabaco calentado vs. cigarrillo tradicional
Uno de los argumentos principales a favor del tabaco calentado es la reducción de emisiones tóxicas en comparación con los cigarrillos convencionales. Estos son, entre otros, el alquitrán o el monóxido de carbono. La eliminación de la combustión significa que se generan menos sustancias de degradación perjudiciales para la salud.
No se trata, en cualquier caso, de una alternativa libre de riesgos, pero sí que la reducción en la exposición a sustancias tóxicas puede traducirse en una menor incidencia de enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
Diferencias entre el tabaco calentado y el cigarrillo convencional
Las principales diferencias que encontramos entre el tabaco calentado y el cigarrillo convencional son las siguientes:
- Temperatura: El tabaco calentado se calienta a unos 350 °C, mientras que los cigarrillos convencionales queman el tabaco alrededor de 900 °C
- Combustión: En el tabaco calentado, no hay combustión del tabaco, lo que reduce la producción de alquitrán y monóxido de carbono
- Emisión de Sustancias Tóxicas: Los dispositivos de tabaco calentado emiten menos sustancias tóxicas comparado con los cigarrillos tradicionales
- Sabor y Experiencia: El tabaco calentado puede ofrecer un sabor y experiencia más suaves debido a la menor temperatura.
Cómo afecta a los pulmones
El tabaco calentado afecta a los pulmones de manera diferente que los cigarrillos tradicionales debido a la ausencia de combustión. No obstante, es importante entender sus efectos en la salud respiratoria.
La menor producción de sustancias irritantes puede traducirse en una menor irritación de las vías respiratorias. La inhalación repetida de aerosoles de tabaco calentado aún puede causar inflamación y daño a los tejidos pulmonares con el tiempo. Investigaciones clínicas recientes han demostrado que los usuarios de tabaco calentado tienen mejores parámetros respiratorios comparados con los fumadores de cigarrillos.
Pese a ello, la investigación pormenorizada a largo plazo para determinar los efectos completos del uso de tabaco calentado en la salud pulmonar es una de las asignaturas pendientes. Los expertos advierten que la reducción de daños no significa ausencia de ellos porque no son productos inocuos.
Datos de consumo del tabaco calentado
Este novedoso producto, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos en su último informe mensual en abril, tiene una cuota del 1,76% mientras que las variantes convencionales siguen acaparando la mayor parte del mercado de tabaco: cigarrillos (82,33%), tabaco de liar (10,69%) y puros (4,34%).
Regulación actual del tabaco calentado en España
La regulación no es la misma en todos los países del mundo. En la Unión Europea, los productos de tabaco calentado están sujetos a la Directiva de Productos del Tabaco (TPD), que incluye la obligación de llevar advertencias sanitarias en los envases, restricciones en la publicidad y promoción, y la obligación de notificar la composición del producto a las autoridades sanitarias. Además, recientemente, España ha implementado una norma europea que implica la prohibición de aromas característicos en el tabaco calentado, algo que ya existía en los cigarrillos tradicionales y el tabaco de liar.