El pueblo leridano de Preixana ha tomado una iniciativa curiosa, ante la falta de establecimientos. El ayuntamiento de la localidad ha empezado a vender diferentes productos de panadería y repostería, ya que el último horno que estaba abierto, ha cerrado.
No obstante, no es la primera vez que la entidad tiene que asumir este tipo de comercio. Ya en 2022 tuvieron que abrir una agrotienda, puesto que el único comercio que quedaba en activo en ese entonces, acabó bajando la persiana por jubilación.
Para las personas mayores
El alcalde de la localidad, Jaume Pané, ha explicado la necesidad de vender pan y derivados, bajo el mando de la gestión municipal. "El objetivo es poder garantizar este producto de primera necesidad a los vecinos, especialmente a las personas mayores que tienen dificultades para desplazarse fuera", ha dicho.
Del mismo modo, cuando en 2022 el consistorio puso en marcha la agrotienda, esta fue muy bien recibida por parte de los vecinos. Facilitar el acceso a productos a las personas mayores era la prioridad.