Comprar una segunda residencia en Girona puede ser una experiencia maravillosa por una serie de razones que van desde la belleza natural y la rica historia de la región hasta la calidad de vida y la variedad de actividades que ofrece. Algunos aspectos que fascinan son: sus costas y playas, sus montañas y parques naturales, su patrimonio medieval, sus fiestas y tradiciones y su gastronomía.
Sabemos que es difícil tener una primera propiedad, pero si pudieras tener una segunda residencia, ¿no sería en Girona? ¡Piénsalo!
Segunda residencia en Girona
Hemos descubierto cuál es el barrio de Girona en el que más gente se compra una segunda vivienda. Ese barrio es el de la Devesa.
La mayoría de compradores son locales, aunque hay algunos de ellos, que por motivos prácticos y de edad, emprenden el retorno hacia la parte central de la ciudad. También, tienen una presencia cada vez más importante de compradores provenientes de los alrededores o de Barcelona que aprecian, especialmente, la comodidad. De todas formas las transacciones a extranjeros van cogiendo cada vez más empuje, sobre todo, cuando se trata de comprarse una segunda propiedad.
El barrio de la Devesa-Güell de Girona es un distrito con muchos servicios de ciudad, pero pocos específicos de barrio como: la Escuela Oficial de Idiomas, la Escuela de Hostelería, el Auditorio, la Feria de Girona… En cambio, no hay centro cívico, ni arenero para los niños, ni biblioteca… pero siempre puedes irte al barrio de al lado.
¡Solo está a 12 minutos del Ayuntamiento de la población!
Parque de la Devesa
Uno de los mayores atractivos de este barrio es el parque de la Devesa: el parque urbano más grande de Cataluña.
Devesa significa extensión de tierra, cubierta de vegetación natural, destinada al pastoreo y al aprovechamiento de la leña. En realidad, estas, eran algunas de las utilidades del parque, pero no fue hasta más adelante que se utilizó como zona de paseo.
La principal actividad económica desarrollada en la Devesa fue la plantación de árboles, principalmente álamos y chopos. Estas plantaciones eran seguidas por talas, cuya madera se vendía para obtener ingresos. En el 1794, se realizó la primera tala con fines defensivos, preparando el terreno para instalaciones militares.
Así, el parque no solo se convirtió en una importante fuente de recursos para Girona, sino que, también, en una parte esencial de su estrategia de defensa contra las inundaciones.