El pasado fin de semana, el Parc del Fòrum de Barcelona se convirtió en el escenario del mayor festival de España y uno de los más grandes de Europa. Por el Primavera Sound desfilaron durante tres días más de 6.500 personas. Uno de estos asistentes se acercó al estand informativo que coloca Energy Control en los festivales con motivo de la campaña de verano.

En este espacio los usuarios reciben información sobre drogas, pautas preventivas y tienen la posibilidad de analizar las sustancias estupefacientes que han adquirido para conocer su composición y, por ende, para evitar los posibles riesgos que puedan derivar de su consumo. Bajo esta carpa, uno de los asistentes manifestó que había comprado MDMA, pero el análisis in situ reveló que aquella pastilla cuadrada, de color rosa y con el logo de la marca de ropa Under Armour estampado era, en realidad, otra sustancia. 

El 4-CMC 

El usuario descubrió que su camello le había dado gato por liebre y que, en vez de éxtasis, le había vendido 4-CMC, otra sustancia psicoestimulante. Aunque los efectos de ambas son similares, los riesgos que entraña el consumo de la segunda son, por el momento, desconocidos. 

Esta droga, la clefedrona o 4-clorometcatinona, pertenece a la familia de las catinonas sintéticas y ha aparecido recientemente en el mercado de las nuevas sustancias psicoactivas en Europa, explica Claudio Vidal, psicólogo y director nacional de Energy Control. Aunque la aparición en el mercado de las catinonas sintéticas se remonta a 2009, con la irrupción de la mefedrona, en los últimos años se han ido detectando otras nuevas.

Nuevas sustancias para eludir la ley

El motivo, explica Vidal, es que en cuanto una de ellas alcanza una cierta popularidad, aunque su consumo sigue siendo minoritario, se ilegaliza. La mayoría de las sustancias que pasan a engrosar esta lista negra, precisa, lo hacen después de que se registre una muerte por su consumo. 

Cuando esto sucede, los cocineros se las ingenian para modificar ligeramente su composición, de forma que la molécula que se obtiene es otra. “En general, estamos hablando de la misma estructura química sobre la que van haciendo modificaciones para obtener otras sustancias con ligeros cambios en sus efectos y duración. Algunas son más estimulantes, en otras más empatógenas, similares al éxtasis…”. Al realizar este pequeño cambio, la sustancia obtenida ya no está incluida en la lista de fiscalización, por lo que queda en el terreno de la “alegalidad”.

Desaconsejan su consumo 

Energy Control advierte de este fenómeno, en el que las catinonas sintéticas aparecen como adulterantes de otras drogas tradicionales. Esto puede producirse tanto por sustitución (en casos en los que el usuario está buscando otra droga, como el MDMA, y le venden una catinona sintética), como por adición (cuando el consumidor quiere adquirir éxtasis y le dan una mezcla de ambas sin que este lo sepa).

Los efectos son desconocidos en ambos casos, pero en el último podría tener consecuencias “fatales”. De hecho, Vidal advierte de que cuando se produce un fallecimiento relacionado con las drogas, normalmente confluye el consumo de varias sustancias. Por eso, insiste, “es mejor no acercarse al 4-CMC”. 

“El MDMA entraña unos riesgos, pero son conocidos. Sabemos cuáles son y cómo minimizarlos. En el caso de estas catinonas sintéticas no, hay muy poca información. Desaconsejamos su consumo precisamente por la incertidumbre que hay sobre los riesgos. Si alguien se acerca al consumo de drogas lo tiene que hacer de manera informada y consciente”, insiste el psicólogo.

Los efectos deseados

Los efectos del 4-CMC, que tarda en dar resultado entre 20 y 60 minutos desde su consumo por vía oral, pueden durar hasta cuatro horas. En caso de ser esnifada, es prácticamente inmediato.

Los efectos deseados que produce son similares a los de otras catinonas sintéticas, con reminiscencias a los causados por el MDMA si se consume por vía oral y a los de las anfetaminas si se esnifa: euforia, aumento de energía, sociabilidad, sexualidad, alucinaciones visuales y auditivas y efectos empatógenos. 

Puede provocar “intoxicaciones fatales”

Pero el 4-CMC también tiene efectos adversos, cuyo alcance se desconoce por el momento. Se cree que podrían ser similares a los de otras catinonas sintéticas, produciendo insomnio, ansiedad, pulso cardíaco acelerado, presión sanguínea elevada, vasoconstricción periférica, bruxismo, pupilas dilatadas y temperatura corporal elevada. También “intoxicaciones fatales” si se mezcla con otras drogas y fármacos.

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