La conselleria de Salut de la Generalitat impulsa la vacunación contra el sarampión entre los catalanes nacidos entre 1966 y 1980 --es decir, los que tienen de 44 a 58 años. Lo hace empujada por el incremento de casos en Europa y debido a la falta de protección de este colectivo.
La mayor parte de este grupo no recibió el pinchazo durante su infancia porque la incidencia era baja entonces. Ahora, los Centros de Atención Primaria (CAP) ofrecen la posibilidad de vacunarse a aquellos que acudan a una cita médica y hayan nacido entre los años indicados, no estén vacunados ni hayan pasado la enfermedad. Se trata de dos dosis con una diferencia de cuatro semanas entre una y otra.
Aumento de casos en Europa
La incidencia ha crecido en países como Italia, Francia, Alemania, Austría y Rumanía. Una tendencia al alza que ha llegado a España y Cataluña, cuyos servicios de salud han reportado 104 y 16 casos respectivamente este año.
Nueve de los 16 casos catalanes se han dado en el área metropolitana de Barcelona y tres se consideran importados, mientras que los otros se consideran autóctonos y están relacionados entre sí. Ocho requirieron hospitalización y dos presentaron complicaciones, aunque todos están dados de alta.
Fiebre y sarpullidos
El sarampión se considera erradicado en España desde el 2016 por una tasa vacunal del 95%, aunque el aumento de contagios ha despertado las suspicacias de las autoridades sanitarias.
Esta infección típicamente infantil causada por un virus provoca fiebre alta, tos seca, sarpullidos en la piel, conjuntivitis, tos, goteo de la nariz y dolor de garganta. Se suele cursar de forma leve y durar de dos a tres días.