La ciudad de Barcelona tuvo el privilegio de ser la casa de "la piscina más grande del mundo". 1935 fue el año en el que este recinto se inauguró, y actualmente, en el lugar se sitúan un cine, un gimnasio y varios restaurantes.
La calle de Doctor Flemming albergó el complejo Piscinas&Sports, que después de la Guerra Civil se rebautizó como Piscinas y Deportes, por órden del régimen dictatorial.
No obstante, a pesar del lujo y el honor que suponía en la época tener una piscina de tales dimensiones, el cambio climático y la sequía son dos ingredientes que, muy probablemente, harían que este proyecto fuera inviable a día de hoy.
Formaba parte de un complejo de lujo
Piscinas&Sports fue un complejo deportivo que estuvo operativo desde 1935 hasta 1986, cuando cerró las puertas.
La que en su día era "la piscina más grande del mundo" tenía por nombre Mercè, y a su alrededor tenía un puente de cemento y tres trampolines, además de alojar una escuela de natación.
El complejo se completaba con un gimnasio, una pista de patinaje, pistas de tenis, un campo de golf, un campo de béisbol y una sala de conciertos y baile, parcialmente gestionada por Hotel Ritz.
La sequía y la incompatibilidad con el proyecto a día de hoy
Mucho ha cambiado el panorama desde 1935. El cambio climático se ha adueñado de todo, y en Cataluña, uno de los efectos que más se ha podido notar es la sequía.
Las medidas, que se traducen en restricciones, ya han cambiado el paisaje de Barcelona. Dejar de regar ciertos espacios y zonas verdes o el apagado de las fuentes ornamentales son sólo algunas de ellas.
En cuanto a las piscinas y el escenario de Emergencia I, sólo se permite el llenado parcial de las piscinas cubiertas en el censo de equipamientos deportivos de la Generalitat de Catalunya. En caso de las piscinas descubiertas, se permite el llenado, siempre y cuando alberguen la práctica de deportes federados, pero a cambio de cerrar las duchas.
Los sistemas de recirculación de agua, tal y como los conocemos a día de hoy, no estaban presentes en 1935.
En un contexto en el que la sequía ha restringido el consumo del agua, rellenar "la piscina más grande del mundo", ubicada en un complejo deportivo privado, sin contar con medidas de ahorro, sería algo muy difícil, por no decir, imposible.