La Cambra del Llibre de Catalunya y el Gremi de Llibreters espera un buen Sant Jordi en el que se superen las cifras récord de 2023 por el incremento de solicitudes de paradas en Barcelona, pese a que la fecha del 23 de abril es laborable este año y, por primera vez, los paradistas de la capital pagan una tarifa por instalarse en la vía pública. Los representantes de ambas agrupaciones, Jordi Ferré y Èric del Arco, respectivamente, se han expresado en términos de “buenas expectativas” de cara a uno de los eventos más destacados de la cultura catalana.
En este sentido, Ferré ha valorado positivamente que Sant Jordi caiga en una jornada laboral, un martes, porque incentiva que “se celebre de manera más local” y que se ponga de relevancia la importancia de esta diada en todo el territorio. Sin embargo, del Arco ha reconocido que el gran despliegue por el que es conocido Barcelona genera que alrededor de un millón de personas se desplacen hasta la capital, lo que ha generado “un efecto llamada” entre los libreros y que cada vez son más los que quieren estar presentes en sus calles. Es por esta masificación vivida en ediciones anteriores, que ha justificado la necesidad de “trabajar en las condiciones óptimas” y que los participantes asuman económicamente parte de la gestión.
‘Copago’ de la fiesta
Por primera vez, los paradistas se harán cargo de una parte de la inversión necesaria para el dispositivo previsto en Barcelona. En concreto, se espera que asuman unos 40.000 euros de los 240.000 que se destinarán a la organización de la jornada, con unas aportaciones de entre 80 y 100 euros por módulo -se trata de módulos de seis metros y cada librero o editor puede solicitar un máximo de cuatro, dos para la exposición de la venta y otros dos para las firmas- que el representante de la Cambra del Llibre ha calificado de “simbólicas”.
El departament de Cultura se hará cargo de otros 175.000 euros, una aportación que la Generalitat empezó a hacer a raíz de la pandemia. Por parte del ayuntamiento de la capital, se asumirá un gasto de 30.000 euros, además del dispositivo especial de seguridad.
El copago por parte de los libreros se realiza a la hora de la inscripción y tiene un precio de 80 euros para los agremiados, y 100 euros para los que no están asociados. La diferencia de precio, ha informado Ferré, se debe al “tiempo que invierten en la organización del evento”. Con este dinero extra, del Arco ha informado que se mejorarán las condiciones de trabajo con acciones como el abastecimiento eléctrico para todas las paradas, que suplirá la habitual instalación propia de generadores, lo cual “se tendría que discutir si era demasiado seguro”.
Pese a la implementación de este copago, los datos manejados por la Cambra del Llibre indican que el ritmo de inscripciones supera al de ediciones anteriores y han certificado que los abonos se están realizando dentro de los plazos establecidos con total normalidad. De hecho, ya se han cubierto alrededor de 5.000 plazas de las 7.000 ofrecidas por el Ayuntamiento de Barcelona, según ha informado el regidor de Cultura i Indústries Creatives, Xavier Marsé.
Los más vendidos
Tras el caos y el baile de datos ofrecidos por el Gremi de Llibreters sobre la lista de los títulos más vendidos en Sant Jordi el año pasado, su presidente Èric del Arco, ha informado de una “actualización de la metodología” de recuento para facilitar unos números más claros. Así, al final de la jornada se podrá ofrecer una estimación, pero no será hasta el 29 que se podrán conocer las cifras exactas, pues los paradistas tardan unos días en volcar los datos.
Por su parte, Ferré ha asegurado que, por norma general, los 10 libros más vendidos sólo suponen un 6% de las transacciones. El año pasado se vendieron más de 60.000 títulos distintos en la semana de Sant Jordi, según los datos ofrecidos por la consellera de Cultura Natàlia Garriga, de los cuales, algo más de la mitad, un 52% fueron en catalán.
Objetivo de igualar las ventas
Los libreros de Cataluña facturaron el año pasado 24 millones de euros y vendieron 1,84 millones de ejemplares durante la semana de Sant Jordi, lo que, en palabras del presidente del Gremi de Llibreters, “es como si añadiéramos un mes más de trabajo al año”.
Sin embargo, del Arco asegura que los márgenes, teniendo en cuenta los gastos que la celebración de Sant Jordi supone, no son tan destacables y ha insistido en que trabajan para “crear la magia que sólo sucede un día al año” porque les “hace ilusión”.
Más espacios en Barcelona
La fiesta literaria en la capital catalana evoluciona desde hace algunos años a una diversificación y redistribución de espacios. Según ha informado Marià Martín, secretario técnico del Gremi de Llibreters, el 60% de las paradas se concentraban hasta 2016 “en dos calles”; desde entonces, se han ido ganando espacios, y este año habrá núcleos de paradas en doce distritos de la ciudad.
“El año pasado se batieron récords de paradas, firmas de libros y metros de ocupación, y este año se batirán de nuevo”, ha asegurado, con los datos de planificación del Gremi.
Como novedad de cara a este 2024, Martín ha destacado la “recuperación” de Las Ramblas como parte central de la fiesta. Se trata de la calle en la que nació la iniciativa de sacar los libros y las rosas a la calle por Sant Jordi, pero durante años se abandonó; en 2023 se experimentó con recuperar un tramo de la avenida de nuevo y en este Sant Jordi se colocarán hasta 94 paradas de libros, además de las de rosas y las entidades del barrio. Lo mismo ocurrirá en Gran de Gràcia, el barrio con más librerías por habitante de la ciudad: este año se cortará desde Jardinets hasta Travessera.