José Moro, dueño de la bodega Cepa 21, sigue sin digerir la noticia. "Personalmente, y por mi salud mental, necesito zanjar esta historia cuanto antes. Me consta que la Guardia Civil lo está investigando y ya han podido acopiar varias pruebas para poder detener a la persona que atentó contra nuestro trabajo, derramando miles de litros de vino", ha expresado el bodeguero en un primer encuentro con periodistas tras el sabotaje del pasado 17 de febrero.
La noche de autos, Moro organizó una fiesta con amigos y decidió pernoctar en la zona privada de la bodega, sita en Castrillo de Duero (Valladolid). A pesar de encontrarse a escasos metros de la antecámara que fue asaltada, ningún ruido le hizo sospechar del boicot. "Por suerte --ha asegurado--, fui consciente de todo a la mañana siguiente", cuando los trabajadores de Cepa 21 le informaron de que, esa madrugada, una persona, todavía por identificar, había irrumpido en la sala de bidones y había abierto, de forma intencionada, cinco depósitos (tres de ellos, llenos) donde descansaban 60.000 litros de vino de la última cosecha.
Los accesos no estaban forzados
"Nuestra sala de bidones es un búnker, la persona que nos saboteó sabía muy bien lo que hacía porque los accesos no estaban forzados", ha manifestado el bodeguero a preguntas de Crónica Global. Moro reconoce tener una ligera sospecha de quién fue el autor: "Creemos que es una mujer que conocía muy bien el mecanismo de apertura de nuestros depósitos". Sin embargo, ha preferido apostar por la prudencia y ha reclinado amablemente ofrecer más detalles al respecto: "Confío en la investigación que está en marcha".
Aunque han pasado varias semanas, el bodeguero sigue sin dar crédito y ha admitido estar "bastante tocado emocionalmente". "Necesito entender por qué alguien ha cometido este sacrilegio... ha muerto mucho vino", ha lamentado.
Para Moro, la persona que perpetró el asalto "es alguien desequilibrado, con mucha maldad". Y no se explica cómo alguien ha podido "atentar" de esta manera "tan salvaje" contra su trabajo y sus vinos.
"Todavía tenemos mucho vino"
La visita del bodeguero a la Ciudad Condal se encaja en el marco de la feria La Música del Vi, que reúne, desde el año 2000, a más de 280 bodegas de todo el mundo. Su participación en este evento les ha permitido recibir mucho cariño del sector y, además, lanzar un mensaje muy claro al mercado: "Todavía tenemos mucho vino por ofrecer". Y es que, ni mucho menos, el sabotaje dejó sus reservas a cero. "Habrá menos botellas, eso es una obviedad, pero Cepa 21 saldrá al mercado con la producción de la última cosecha", han explicado dos trabajadoras de la bodega, que han acompañado a Moro en el encuentro de viticultores en la capital catalana.
Por otro lado, lamentan que los rumores y las falsas especulaciones ya han empezado a sobrevolar el caso. "No, no es un autosabotaje. No lo es en absoluto", han zanjado ambas trabajadoras. "Es triste que gente del sector llegue a dudar de ello y se pregunten si, realmente, hemos sido capaces de cometer tal atrocidad. Entre otras cosas, porque las pérdidas económicas han sido notables", han declarado a preguntas de esta redacción.
No obstante, el vino lo tenía asegurado, “pero los seguros pagan el valor de la uva a tres euros el kilo y el de elaboración, que es un euro, y con eso no se cubren las pérdidas del valor final del vino”, ha explicado.
Cotejar movimientos sospechosos
Por todo ello, Moro confía en que la Benemérita pueda poner punto final a la investigación cuanto antes. "Estamos colaborando con todo lo que nos piden", ha asegurado el bodeguero. Por ahora, los investigadores les han pedido las imágenes de las cámaras de seguridad de los últimos 15 días. "Quieren cotejar movimientos, comportamientos o actitudes que puedan ser sospechosos", ha explicado. Además, han empezado con los primeros interrogatorios.
El objetivo está claro: detener a la persona que, en menos de dos minutos, asaltó la sala de bidones ataviada con un mono de trabajo blanco y echó a perder más de 60.000 litros de vino. Dado que esa noche Moro se encontraba en el interior de la bodega, el autor del boicot habría cometido, además, un delito de allanamiento de morada. "Realmente es muy triste, José no tiene enemigos... es una persona que ama su trabajo", han expresado las dos trabajadoras.
"Vinos con alma"
Cepa 21 fue creada en el año 2000. En ella se elaboran cinco vinos: Hito, Hito rosado, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. Para José Moro, cuya familia está vinculada con la viticultura desde hace generaciones, estos vinos son "su sueño hecho realidad". Habla con pasión de cada uno de ellos. Como un padre orgulloso de ver a sus hijos crecer. Los trata con mimo y los presenta con elegancia.
El sabotaje ha sido un golpe duro, pero confía en sus trabajadores y en la calidad de su producto. "Vinos con alma", ha zanjado el bodeguero en este primer encuentro desde que vivió, seguramente, el que será uno de los días más duros de su vida.