Josep y Pepe, dos agentes de los Mossos d'Esquadra, se han convertido en héroes de Ixeia, una bebé de tan solo ocho meses de vida. La pequeña se estaba ahogando cuando su madre alertó a la patrulla, cuya rápida intervención ha permitido salvarle la corta vida.
Ya con la menor sana y salva, se han podido reencontrar en el domicilio familiar.
Rápida intervención de los agentes
Los hechos sucedieron la madrugada del 18 de diciembre en la avenida Salvatella del municipio barcelonés de Barberà del Vallès, donde la pareja de policías practicaba un control rutinario de tráfico. A las 1:20, un coche se les acercó a alta velocidad haciendo sonar el claxon hasta detenerse junto a ellos.
Del vehículo, salió Noemí, quien guiada por la desesperación propia de una situación límite requirió la ayuda de los agentes porque la pequeña no respiraba. Estos comprobaron que se estaba atragantando y le practicaron la conocida como maniobra de Heimlich, colocándola bocabajo y dándole unas palmadas en la espalda.
Se trataba de una flema que le tapaba las vías respiratorias y, cuando la expulsó, la bebé les dio la mejor de las señales al arrancar a llorar.
Reencuentro en casa
Una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) trasladó acto seguido a la menor a un hospital, donde el personal sanitario la atendió y comprobó que se encontraba fuera de peligro.
Con la pequeña sana y salva -y recuperada completamente del susto-, los dos policías la han visitado en el domicilio familiar, en Ripollet, donde la han podido conocer tranquilamente y recibir el inmenso agradecimiento de la familia; también del hermano de la menor, que tiene cinco años y presenció los hechos.
Ha informado de ello la policía catalana este domingo con la difusión de un vídeo del reencuentro, en el que los agentes entregan dos osos de peluche uniformados a los protagonistas de esta feliz historia.