Un vecino de Malgrat de Mar se enfrenta en el juicio que arranca el próximo martes en la Audiencia de Barcelona a una pena de prisión de 12 años y al pago de una indemnización de más de un millón de euros por intervenir en una discusión y dejar en estado vegetativo a uno de sus vecinos.
El día de los hechos, el 4 de febrero de 2020, la víctima se había enzarzado con una vecina en una discusión en la entrada de su edificio, el mismo en el que también vivía el acusado, que al escuchar las voces salió de su domicilio y, sin mediar palabra, le propinó un golpe en la cara. El puñetazo derribó al hombre, que se golpeó con la parte de atrás de la cabeza contra el bordillo de la acera.
Secuelas muy graves
La víctima fue trasladada en estado grave hasta el hospital Germans Tries i Pujol de Badalona, donde estuvo ingresado cuatro meses a causa del fuerte impacto, que le fracturó el cráneo. Allí fue intervenido quirúrgicamente y permaneció sedado durante semanas en la UCI.
A pesar del tratamiento médico, que se alargó durante un año entero, el hombre sufre secuelas muy graves. Según el escrito de la fiscalía, ha perdido la capacidad cognitiva para comprender y obedecer órdenes simples y tampoco puede comunicarse. Desde el día de la agresión está postrado en una cama y solo puede incorporarse con ayuda de dos personas para recorrer trayectos inferiores a 50 metros. De hecho, ni siquiera puede permanecer sentado si no está sujeto a la silla, pues no puede mantener erguido el tronco.
En estado vegetativo
La víctima se alimenta por sonda y “presenta un cuadro neurológico asimilable al estado vegetativo permanente”, sostiene el Ministerio Público, una situación que requiere de un desembolso en asistencia sanitaria de por vida.
Por estos hechos la fiscalía pide para el acusado 12 años de cárcel y una indemnización de más de 1.400.000 euros. En concreto, solicita que pague 35.575 euros por el tiempo de hospitalización del paciente y su estancia en la uci, además de 352.900 euros por las secuelas neurológicas que presenta, 111.614 euros por las estéticas, 189.638 euros por el perjuicio moral y 721.815 euros por la necesidad de ayuda de terceros durante las 24 horas del día para realizar las actividades básicas de la vida cotidiana.
A esto deben sumarse los gastos de la rehabilitación y la asistencia continuada, el lucro cesante derivado de su incapacidad permanente absoluta y el perjuicio derivado de las intervenciones quirúrgicas. También tendrá que pagar 183.317 euros a los familiares de la víctima por la pérdida de su calidad de vida.