Los temporales de octubre causaron importantes daños en las playas del área metropolitana de Barcelona. Las más afectadas por este fenómeno climático han perdido entre 20 y 40 metros de anchura en sólo un mes. Una cifra que representa la mayor pérdida desde 1990, siendo las de la Mar Bella de la Ciudad Condal y la de Les Barques de Malgrat dos de las perjudicadas.
Esta reducción de superficie ha ido acompañado de una gran reducción de volumen. En la mayoría de casos, el mar se ha llevado arena y ha dejado taludes de entre dos y tres metros de altura.
Así lo refleja el informe de seguimiento que realiza mensualmente el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).
Los temporales Aline, Bernard, Ciaran y Domingos causaron importantes destrozos, sobre todo en la parte de poniente de muchas playas, que es la que se encuentra más encarada o perpendicular al flujo de vientos dominantes. En cambio, en la parte de levante de algunas playas se ha detectado un aumento de anchura por la sobreacumulación de arena derivada de los vientos de suroeste.
La mayor frecuencia de los temporales y la fragilidad de las playas conlleva un aumento de las fluctuaciones repentinas de su anchura, haciéndolas más vulnerables.
Además, la sequía que sufre la región implica menos aportación de sedimentos al mar a causa de la disminución de los caudales de los ríos Llobregat, Besòs y Tordera.
A ello se suma el hecho, según el AMB, de que la existencia de infraestructuras en el litoral impide o hace reducir la llegada de esos sedimentos.
Los efectos del cambio climático complican prever la evolución de las playas y planificar las actuaciones a llevar a cabo en ellas, según explica Dani Palacios, jefe del Servicio de Playas del AMB.
Plan de estabilización
Según informa este organismo en un comunicado, el Gobierno central ha puesto en marcha un paquete de cinco proyectos para intentar revertir la situación. En ejecución se encuentra la descontaminación de la playa del litoral de Sant Adrià de Besòs; en licitación, la estabilización de las playas de Barcelona; y en redacción, la protección y estabilización de las de Montgat y de las del delta del Llobregat.
Otro proyecto en ejecución es la radiografía, por parte del Puerto de Barcelona, de nuevos depósitos de arena en las zonas más profundas de la costa barcelonesa, con el objetivo de que en el futuro sean una zona de extracción de tierras de diferentes granulometrías que se puedan aportar a las playas.