La central nuclear de Ascó II, en Tarragona, ha simulado este jueves el impacto de un avión contra la planta durante el preceptivo ejercicio anual de simulacro de emergencia que, en caso de haberse producido, habría supuesto un incidente importante, de nivel III en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).
El simulacro anual es uno de los requerimientos del Plan de emergencia interior de la central nuclear. El regulador ha realizado las tareas de seguimiento de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad y para la adopción de medidas de protección radiológica.
Ejercicio sin radiaciones al exterior
El simulacro comenzó a las 09.57 horas con la declaración de emergencia general (categoría IV) debido a la simulación del impacto de un avión sobre la unidad II que produjo daños en la sala de control aunque el edificio de contención mantuvo en todo momento su integridad y no se han registrado emisiones radiactivas al exterior.
Así, una vez evaluada la situación radiológica y su posible evolución, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha llegado a recomendar al Centro de Coordinación Operativa (CECOP) diferentes medidas de protección a la población.
Medidas para la población
En concreto, se ha recomendado la distribución de profilaxis a todos los municipios que se encuentran en un perímetro de 10 kilómetros alrededor de la central (Zona I); la evacuación de los municipios que se encuentran en el área dentro del perímetro de 5 kilómetros alrededor de la central (Zona IA y IB: Flix, Ascó y Vinebre.).
Además, se ha recomendado confinar a la población de los municipios dentro de la zona IC -entre los 5 y 10 kilómetros desde la central- e igualmente se ha simulado la declaración de un incendio en el edificio de control de la central, provocado por el impacto de la aeronave; la pérdida total de suministro eléctrico exterior, así como la necesidad de evacuar a todo el personal no esencial de la instalación.
El suceso sólo habría afectado a la unidad II mientras que la unidad I habría mantenido su funcionamiento con normalidad. Durante todo el ejercicio, el CSN ha mantenido activada su Organización de Respuesta ante Emergencias (ORE), llegando hasta el modo 2, lo que implica la activación de los grupos operativos de su Sala de Emergencias (Salem).
De haberse producido en la realidad este simulacro, habría sido clasificado como nivel 3 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES) dado que habría tenido consecuencias de alcance local.