Más de 300.000 personas mayores se enfrentan a solas a la ola de calor en Cataluña, según datos ofrecidos por Cuideo. En la comunidad residen 1.528.323 de personas con más de 65 años, pero las que viven solas son las que centran la preocupación de la Administración pública.
No extraña que en estas fechas la app de cuidados a domicilio experimente un "repunte" de la actividad. En conversación con Crónica Global, el fundador y conselero delegado de la empresa, Adrià Buzón, reconoce que "de forma histórica siempre en el verano experimentamos una punta de nuestros servicios".
Distintas opciones
"Los propios cuidadores son los miembros de la familia, pero estos marchan de vacaciones y necesitan una mano", explica. Es entonces cuando solicitan tanto los dispositivos de teleasistencia Cuideo Assist como la contratación directa de personal de ayuda. En esta segunda modalidad, los profesionales pueden ser contratos por la familia a través de un marketplace de cuidados o bien formar parte de SAD, la propia plantilla interna de cuidadores la plataforma.
En cualquier caso, Buzón subraya que se trata siempre de trabajadores por cuenta ajena. Esto es, dados de alta en la Seguridad Social.
Combatir la soledad
Cuideo provee soluciones para los tres grados de dependencia de las personas mayores. Buzón detalla que su negocio se reparte prácticamente a partes iguales entre los tres estratos, que van desde personas con afectaciones leves de salud hasta ancianos que sufren alzheimer o parkinson en grados avanzados.
"Más del 60% de servicios que prestamos son de compañía y en ellos se fomenta mucho la pedagogía y la prevención", declara el emprendedor, vinculando el servicio a las altas temperaturas veraniegas. En estos casos la cuidadora cambia la rutina de los mayores, con tareas tan sencillas como salir a comprar o de paseo, poniendo fin a su soledad y estimulando su actividad diaria.
"Me riñen si no cumplo"
Lo cuenta una propia usuaria: "Tengo una chica de lunes a viernes, también en los domingos. Charlamos, podemos salir... si no fuese por ella no podría hacer muchas cosas. De hecho me riñen si no cumplo lo que me dicen", broma Rita Rubio. Esta vecina de 79 años del barrio de La Guineueta (Barcelona) procura garantizarse su movilidad y no le faltan hobbies --"me pongo los audiolibros de Alexa y estoy enterada de las noticias, cada día miro el euribor"--, pero reconoce sus limitaciones.
De forma gratuita, la app realiza los trámites para percibir las ayudas de la ley de dependencia. Un derecho que muchos beneficiarios desconocen: "Solo un 10% de la gente de más de 80 años las reclama".